Categoría: Cannes 2018

Cannes 2018

The eyes of Orson Welles, de Mark Cousins

Mark Cousins es muy conocido por su Historia del Cine y los capítulos en vídeo que realizó sobre la misma. Gran cinéfilo y extraordinario comunicador, capaz de explicar, emocionar y quizás fomentar el visionado del gran cine entre todos los públicos, ha presentado hoy (09/05/18) en Cannes su película The Eyes of Orson Welles.

(…) El realizador tuvo un acceso exclusivo a cientos de dibujos y pinturas privados de Orson Welles. Como punto de partida y a través de ellos, Cousins se adentra en el mundo visual de este legendario actor y director, para así desvelar un retrato distinto del artista: construido con sus propios ojos, dibujado por su mano y sus pinceles.

Michael Moore es el productor ejecutivo de esta película, que nos habla de las pasiones, las ideas políticas y el poder de Welles, y explora cómo su genio todavía resuena en la era Trump, más de 30 años después de su muerte

THE EYES OF ORSON WELLES (*)

Orson Welles fue un icono de la pantalla y la escena teatral del siglo XX. Las películas en las que intervino como actor y director, –Ciudadano Kane, Sed de Mal y Falstaff-, están entre las mejores, las más innovadoras películas jamás realizadas. Fue un genio que se codeo con presidentes, que hizo campaña a favor de políticas progresistas y que amó a las mujeres más bellas de su época. Compartió mesa con Picasso, Chaplin y Monroe como una de las figuras culturales de los últimos cien años.

Pero existe un aspecto de su vida y de su obra del que no se ha hablado nunca. Como a Kurosawa y a Eisenstein, a Welles le gustaba dibujar y pintar. Se formó como artista siendo un niño prodigio, pero un viaje de dibujo a Irlanda en su adolescencia le condujo en una nueva dirección, hasta el escenario del Teatro The Gate Theatre en Dublín. Y de allí, al estrellato casi inmediatamente. Welles continuó dibujando y pintando por placer toda su vida, y su innovador trabajo como cineasta y director de teatro tomó la forma de su imaginación visual.

A su muerte hace más de treinta años, dejó cientos de bocetos de personajes, diseños de escenarios, visiones de proyectos no realizados, ilustraciones para entretener a sus hijos y a sus amigos, garabatos al margen de cartas personales e imágenes de personas y lugares que le inspiraron. La mayoría fueron guardados bajo llave desde su muerte, y muchos no se han publicado nunca.

Ahora por vez primera, Beatrice, la hija de Welles, ha permitido que Mark Cousins acceda a este tesoro oculto de imágenes para hacer una película sobre el hallazgo. Todos estos dibujos y pinturas son una ventana al mundo de Welles y una ilustración vívida de su creatividad y su pensamiento visual.

The Eyes of Orson Welles es una película para cine que utiliza las técnicas de los documentales convencionales de televisión. Con su característica y emotiva voz, Cousins presenta nuevos escaneos digitales de las obras de arte, animaciones realizadas expresamente para el film que dan vida al universo visual de Welles. Las animaciones son obra del diseñador gráfico Danny Carr, intercaladas con fragmentos de las películas de Welles, grabaciones de radio en las que intervino, y entrevistas de televisión, así como los encuentros con Beatriz Welles narrando una historia personal de las imágenes. La partitura original del joven compositor norirlandés Matt Regan otorga al film emoción y expresividad. La música de los créditos es el famoso Adagio de Albinoni, una alusión directa al hecho de que Welles fuera el primer cineasta que lo utilizó como banda sonora en la adaptación del El Proceso, en 1961.

La película de Cousins se desarrolla en tres actos: Peón, Caballero y Rey, con un epílogo sobre el tema del Bufón. La secuencia del peón muestra al Welles político, su simpatía por la gente normal, imágenes que muestran la humildad de los seres humanos, niños, personas respetables que no ostentan poder alguno.
La sección del caballero muestra la obsesión de Welles por el amor, sus romances con Dolores del Río y Rita Hayworth, y su rasgo quijotesco, lo que el mismo consideró ideales caballerescos pasados de moda.La sección del rey se centra en la fascinación de Welles por el poder y su corrupción, a través de ilustraciones de personajes como Macbeth, Enrique V, Kane y el propio Welles en el aspecto más épico de los seres humanos, los que hacen las leyes y los que abusan de ellas. El epílogo del Bufón explora las imágenes más divertidas y burlonas con una sorprendente intervención del mismo Welles.

Cousins viaja hasta localizaciones clave en la vida de Welles,-Nueva York, Chicago, Kenosha, Arizona, Los Ángeles, España, Italia, Marruecos, Irlanda-, para capturar bellas, significativas imágenes, ubicar su obra y escenificar algunos momentos definitivos en la carrera y vida personal de Welles.

Mark filmó la película con dos pequeñas cámaras: una minúscula cámara HD y una cámara 4k que da como resultado un nuevo “estilo steadycam” de toma continuada sin necesidad de dolly ni raíles. Esta tecnología le hubiera encantado a Welles, pero solo pudo soñar con ella: pasó una eternidad luchando contra las limitaciones creativas y financieras de las técnicas de filmación tradicionales. Este modo de filmar muestra la inmediatez de los bocetos y pinturas de Welles en su compromiso veloz con el universo visual. Estas cámaras son pinceladas de Mark, que otorgan un contacto directo, personal y táctil entre su mano y la imagen capturada/creada sin la intervención de equipos técnicos incómodos.

Al final, esta película-ensayo es mucho más que los dibujos y pinturas. Tal y como los cuadernos de bocetos de Leonardo Da Vinci mostraron las pasiones del pintor, la huella de su pensamiento visual y sus cambios, esta película es un encuentro con la imaginación del gran artista que amplió las fronteras del cine, su compromiso político, vinculado a cuestiones como el poder, el existencialismo, la memoria, el destino, la filiación, la psicología, el espacio y la luz. Todos los ingredientes hacen de The Eyes of Orson Welles no sólo el retrato de un gran hombre sino un informe sobre el siglo XX y la reflexión acerca de la continua relevancia de este genio en lo que Mark describe como los tiempos “wellesianos”(…)

(*) Los ojos de Orson Welles

Extracto del dossier de prensa del film.

Traducción: Esmeralda Barriendos para zinema.


 

Girl, de Lukas Dhont (Un Certain Regard) – Premio Caméra d’or (*)

Cuando era pequeño, mi padre quería que fuera boy-scout. Nos llevaba a mi hermano y a mí cada 15 días  a jugar con otros niños en el barro o de camping. Ambos odiábamos hacer eso. Nos gustaba mucho más el teatro, la danza o el canto, donde realmente podíamos expresarnos. Ya podéis  imaginar qué confusión cuando supimos que todo esto era visto como actividades “para chicas”… Yo era un chico, ¿cómo podía gustarme eso? Terminé por dejarlo todo porque no quería que se burlaran de mi.

Mucho más tarde, acababa de comenzar a estudiar en la escuela de cine, y leí un artículo sobre una jovencita: había nacido en el cuerpo de un chico, pero estaba convencida de ser una niña en realidad, incluso si la biología no le daba la razón. Inmediatamente, sentí una gran admiración por ella, y me entusiasmó la idea de poder escribir un personaje como ella: alguien valiente, que ya desde muy joven cuestiona el vínculo que establece la sociedad entre sexo y género.

Así comenzó Girl, por la necesidad de hablar la la percepción del género, de lo masculino y lo femenino. Pero sobre todo, para mostrar la lucha interior de una joven heroína, capaz de poner su cuerpo en peligro para convertirse en la persona que quiere ser. Una chica que debe elegir ser ella misma con 15 años, cuando a otros les cuesta toda una vida.

Lukas Dhont (Guionista y realizador de “Girl”)

Nacido en Gante (Bélgica) donde cursó estudios de Artes Audiovisuales, sus cortometrajes Cuerpo Perdido y El Infinito han obtenido numerosos premios. El Infinito recibió una nominación al Oscar en 2015.

En 2016 participa en la Cinéfondation de Cannes con el guión de su primer largometraje, Girl. En esta película encontramos los temas favoritos del realizador,  como la danza, la transformación  y la identidad. Lukas Dhont también colabora habitualmente con el bailarín y coreógrafo Jan Martens. Ambos idearon un espectáculo titulado “The Common People”.

Víctor Polster ( Lara en el film)

Víctor Polster nació en Bruselas en 2002. Después de estudiar teatro desde muy joven, decide convertirse en bailarín profesional en la Real Escuela de Ballet de Anvers. Participa en un videoclip del grupo Vegas, y desde ese momento, recibe numerosas propuestas del Ballet Vlaanderen, un posado para Dior, diversas competiciones de danza y numerosos premios.

En el año 2018, Victor dará sus primeros pasos en el cine con Girl, de Lukas Dhont, donde interpreta el papel principal de Lara.

(*) El premio Caméra d’Or (Cámara de Oro) se otorga en el marco del Festival de Cannes desde 1978 a la mejor primera película. El jurado de esta edición 2018 ha sido presidido por la cineasta suiza Ursula Meier.


Pájaros de verano, de Ciro Guerra y Cristina Gallego (Quincena de los Realizadores)

En los años 70, en Colombia, una familia wayú se halla en el centro de la creciente venta de marihuana a la juventud americana. Cuando el honor de las familias intenta resistir a la avidez de los hombres, la guerra entre clanes se convierte en algo inevitable poniendo en peligro sus vidas, su cultura y sus tradiciones ancestrales.

Es el nacimiento de los cárteles de la droga.

Entrevista a Cristina Gallego y Ciro Guerra.

¿Esta película mantiene una continuidad con proyectos anteriores o se trata de una ruptura consciente?

Ciro Guerra. Sin renunciar a las fuentes de nuestras películas precedentes, efectivamente hay una cierta ruptura, dado que se trata de nuestra primera incursión en el cine de género. Se trata esta vez de una reflexión sobre la noción del mito, algo que me interesa desde hace mucho tiempo. Al igual que en las películas anteriores, hemos querido hablar de los pueblos nativos de América Latina y de sus historias, a menudo olvidadas, pero adaptándolas a los cánones del cine de género. Con voluntad expresa de renovar el género, de reinventarlo.

Cristina Gallego. Por una parte, la película señala la continuidad con un proceso creativo ligado a nuestros filmes precedentes; Ciro como director y yo como productora. Pero por otra parte, existe una ruptura porque es la primera película en la que somos correalizadores. Intervine en cada una de las etapas del proceso creativo de EL ABRAZO DE LA SERPIENTE, y más concretamente en el guión y en el montaje. La realización conjunta ha sido el paso siguiente.

En vuestra opinión, ¿a qué género pertenece la película?

Ciro Guerra. Para mí, es cine negro, es un film de gánsteres. Pero también podría ser al mismo tiempo un western, una tragedia griega y un cuento de Gabriel García Márquez. De alguna manera, los géneros se han convertido en los arquetipos míticos de nuestros días. Desde la noche de los tiempos, el ser humano ha intentado hacer uso del mito para dar un orden y un sentido que se nos escapa  a una existencia caótica. Esa es hoy la función de los géneros: determinan la comprensión del mundo y anuncian el territorio donde la historia se desarrolla.

En este sentido, siempre me he identificado con los narradores de las primeras civilizaciones. Hacemos lo mismo que se hacía hace treinta mil años en una cueva: usar las luces y las sombras para contar una historia.

Cristina Gallego. La cultura que describe la película, la de los wayú, posee unos códigos no muy alejados de los de los gánsteres. Hay un personaje, el “palabrero” que tiene un papel similar al del “consigliere” de la mafia. Es un género que gusta mucho, pero que nos habíamos prohibido en nuestro cine. Es difícil apropiarse de ello a causa de los estragos de la historia reciente de nuestro país.

¿Qué diálogo se establece entre esta película y El ABRAZO DE LA SERPIENTE?

Ciro Guerra. Teníamos previsto filmar PÁJAROS DE VERANO mucho antes del éxito de nuestra película anterior. Su concepción no fue condicionada en modo alguno por ese éxito. Sin embargo, después del rodaje sabíamos que queríamos tomar una dirección diferente.

En el cine de hoy, hay demasiadas repeticiones. A menudo el cine se cierra sobre sí mismo, es un cine que se muerde la cola. Lo que nos interesaba era ampliar fronteras.

¿De dónde nace esta historia? ¿Por qué este episodio particular entre el gran mosaico de relatos que constituye la historia del narcotráfico en Colombia?

Cristina Gallego. Entre los años 2006 y 2007, nos trasladamos a la costa del norte de Colombia para preparar la película LOS VIAJES DEL VIENTO. Una de las escenas de la película tenía lugar durante la bonanza marimbera (el periodo de exportación de cannabis a los Estados Unidos en los 70 y 80, particularmente en el desierto de la Guajira, donde fue filmado PAJAROS DE VERANO).

Preguntamos a la población local, escuchamos historias que ignorábamos. En aquella época nos preguntábamos: ¿cómo que es posible que nadie haya contado esta historia?

 

Ciro Guerra. Es cierto que hubo numerosas historias sobre el narcotráfico, hasta el punto de convertirse en un cliché. En nuestra opinión, la bonanza marimbera, era esa gran historia que todavía no se había contado. En el arte colombiano, a menudo se ha creado una glorificación de la violencia, una fascinación por el poder y por los aspectos más brutales de esta historia, sin que a nadie le interesara crear un espacio de reflexión. Esta representación nos supuso un problema.

 

PÁJAROS DE PASO cuenta una historia alegórica que también alude a Colombia en su integridad y no solamente a este rincón árido del norte del país.

 

Ciro Guerra. Cierto. La bonanza marimbera es la historia original, el punto de partida de este fenómeno en nuestra sociedad y en nuestra vida. Se hizo posible una reflexión que creímos necesaria, hoy especialmente. Esta historia contenía en sí misma el potencial para trascender lo anecdótico y alcanzar algo más profundo.

 

Cristina Gallego. Es una metáfora de nuestro país, una tragedia familiar que se transforma en una tragedia nacional. Hablar del pasado, nos permite comprender mejor lo que hoy somos como país.

 

¿Cómo resuena esta historia en el contexto político actual, tras la puesta en marcha del proceso de paz entre el gobierno y las FARC?

 

Ciro Guerra. Es el momento propicio para contar este tipo de historias. El proceso de paz nos ha permitido echar un vistazo a nuestro pasado. Colombia no es un país cuya historia haya sido borrada de la memoria de los ciudadanos. La bonanza marimbera es, sin ir más lejos, totalmente desconocida para las generaciones más jóvenes. Hemos querido crear un instrumento de reconstrucción de la historia con esta película.

 

El rodaje fue especialmente complicado, en unas condiciones climatológicas muy duras y con grandes dificultades logísticas.

 

Cristina Gallego. Rodamos en un ambiente de amenaza y preocupación constantes. Tuvimos que construir diques  de contención para evitar que el plató se inundase, algo que sucedía continuamente. Fue un trabajo físico muy intenso. Las dificultades fueron aumentando, tuvimos una fuerza espiritual y colectiva muy importante…

 

Ciro Guerra. Fue sin lugar a dudas el rodaje más complejo que hemos realizado. La Guajira es una tierra árida, salvaje, un territorio difícil. Nos enfrentamos a condiciones climatológicas terribles, a una tormenta de arena y a otra tormenta monumental, la más importante de los seis últimos años, que destruyó por completo dos de nuestros platós. Es una película en la que hemos tenido que luchar por cada plano.

 

¿La película responde a una voluntad de preservar, desde el punto de vista etnológico, la cultura de los wayú, del mismo modo que en EL ABRAZO DE LA SERPIENTE eran los pueblos de la Amazonia?

 

Ciro Guerra.  Hay una diferencia fundamental: la etnia wayú es la más extendida en Colombia. A  diferencia de los pueblos amazónicos, se trata de una cultura muy viva que no corre el riesgo de desaparecer, quizás porque apenas ha estado en contacto con el resto del país y la cultura occidental.

 

Creo que el cine es un instrumento que nos permite aproximarnos y descubrir al otro. Es casi un medio de transporte: tiene el poder de trasportarnos a lugares donde viven personas que comprenden la vida y el mundo de un modo opuesto al nuestro. Hacer cine es una aventura y ver cine también debería serlo.

 

¿Por qué la realización conjunta de esta película?

 

He iniciado un proceso de colaboración con Cristina que ha ido haciéndose más profundo en cada una de las películas que hemos filmado juntos. En EL ABRAZO DE LA SERPIENTE, su punto de vista ejerció una gran influencia en el aspecto creativo. Superar ese paso fue algo totalmente natural.

 

Cristina participó en todas las decisiones de la puesta en escena, en el trabajo con los actores, en el tono y el espíritu de la película… No hay un reparto real de tareas, como suele suceder en películas de realización conjunta. Además, queríamos introducir un punto de vista femenino muy marcado en esta historia.

 

Es cierto que los personajes femeninos ocupan un lugar central, mientras que en una película hollywoodiense de cine negro hubieran sido relegados a papeles secundarios.

 

Ciro Guerra. Es algo que obedece a la naturaleza de la cultura wayú, una sociedad casi matriarcal en la que las mujeres toman todas las decisiones y llevan el peso del grupo social.

 

Cristina Gallego. Las mujeres wayú se ocupan del comercio y la política. Al mismo tiempo, es una sociedad muy machista. Durante el trabajo de investigación para escribir la historia, muchas personas negaban que las mujeres hubieran participado en el narcotráfico. “Ellas se quedaban en casa”, nos decían. Evidentemente, descubrimos que no era cierto del todo.

 

No quería que fuera la historia de otro “padrino”, sino más bien de una “madrina”. De ahí, el personaje de la matriarca interpretado por Carmina Martínez, una actriz de teatro que nunca había trabajado en cine.

 

Han vuelto a trabajar de nuevo con un grupo de actores profesionales y no profesionales. ¿Por qué esta mezcla de perfiles? ¿cómo se relacionan entre ellos en el entorno del rodaje?

 

Cristina Gallego. Al comienzo, queríamos rodar con actores originarios de este territorio pero no existían actores profesionales que hablasen la lengua wayú. Organizamos un casting muy largo, pero no encontramos a nadie.

 

Por otra parte, era importante que los actores que interpretan a los personajes principales llevaran el peso de sus papeles, que sufrieran una transformación física y soportaran el paso del tiempo en la película. Así que terminamos por acudir a actores profesionales para los papeles principales. Algunos son de la región de la Guajira, como Carmina Martínez o José Acosta.

 

Ciro Guerra. Es una manera interesante de trabajar, porque los actores profesionales aportan rigor y disciplina y  los no profesionales, por su parte, enriquecen el rodaje con su experiencia, con lo vivido, algo que el profesional no puede interpretar.

 

Tras una larga búsqueda, encontramos algunos actores no profesionales en varias rancherías, las residencias tradicionales de los wayú de la Guajira.

 

¿Cuál será vuestro próximo proyecto?

 

Ciro Guerra. En este momento preparo una adaptación de Esperando a los bárbaros, la novela de J.M.Coetzee, que filmaré antes de final de año, con Robert Pattinson en uno de los papeles principales.

 

Trabajar en otro país, y en una lengua que no es la mía no me incomoda. Siento la potencia de la historia, y cuando esto sucede, el resto se convierte en algo secundario.

 

La novela, una parábola sobre el racismo en Sudáfrica, me fascina porque es un relato complejo, humano y moral, que habla a partir de la alegoría del mundo actual. Contiene todos los elementos que busco en una historia. Y es algo que no he visto nunca antes, lo que supone mi principal motor como realizador.

 

Cristina Gallego. Tenemos un nuevo proyecto en común para el que estoy investigando actualmente. Habla de un personaje histórico olvidado: una mujer completamente desconocida en nuestros días que jugó un papel clave en el proceso de independencia de América Latina

 

Traducción del francés: Esmeralda Barriendos para zinema

Pájaros de Verano fue la película de apertura de la Quincena de los Realizadores en el Festival de Cannes 2018


Climax, de Gaspar Noé (Quinzaine des Réalisateurs)

Art Cinema Award 2018

¿POR QUÉ?
A veces hay sucesos que son sintomáticos de una época. Los acontecimientos estallan de manera espontánea o no, hasta alcanzar a las fuerzas del orden, y algunos de ellos se transforman incluso en información a gran escala.

Estos acontecimientos adquieren así una nueva dimensión: se agrandan o se reducen, se desnaturalizan. A veces son digeridos por los que los transmiten y en otras ocasiones, por los que los reciben.

Vidas gloriosas o vergonzosas terminan sobre el papel, para desaparecer a continuación, muy rápidamente, en el olvido colectivo.

La existencia sólo es una ilusión fugaz que uno lleva en sí mismo hasta la muerte.

Cuando leemos las biografías, en ellas está escrito todo y su contrario. Lo mismo sucede cuando se relata un suceso o un asunto concreto. Y los medios de comunicación  que se han extendido en el transcurso de los últimos veinte años hacen todavía más ilusoria cualquier tipo de supuesta objetividad.

La gente, como los animales, nace, muere y vive sin dejar más huella que la de la margarita más pequeña del campo. La alegría y el dolor , los logros y los fracasos son indicios de una percepción virtual, de un presente que no existe fuera de la memoria.

En 1996, miles de historias fueron impresas en papel, historias que hoy han sido olvidadas y mañana, aún lo serán más todavía. Muchos de los que nacieron o vivieron en ese año todavía están con nosotros. Pero de la gran mayoría de aquellos cuyo corazón cesó de latir,  apenas queda nada o casi nada: un nombre en un cementerio o en un viejo periódico en el fondo de un sótano.

Las alegrías del presente, cuando se viven intensamente, nos permiten olvidar este vacío inmenso. Los éxtasis, tanto constructivos como destructivos, son antídotos. El amor, la guerra, el arte, el deporte, la danza nos parece que justifican nuestro breve paso por la tierra.

Entre estas distracciones, una de ellas especialmente me ha hecho feliz siempre: la danza. Pensando en hacer una película, me pareció provocador hacer un film centrado en este hecho, hipnotizado por el talento de los bailarines protagonistas. Con este proyecto pude representar de nuevo en una pantalla una parte de mis alegrías y mis temores personales.

1996 fue ayer mismo. No existían ni los móviles ni internet. Pero la mejor de las músicas ya estaba ahí. En Francia, Daft Punk publicaba su primer vinilo, La Haine (1) acababa de estrenarse en Francia y el diario Hara-Kiri no lograba resucitar del todo. La masacre de los adeptos a la Orden del Templo Solar era silenciada por las fuerzas ocultas del Estado. Y algunos soñaban con construir una Europa poderosa y pacífica mientras una guerra bárbara continuaba infectando su interior.

Las guerras crean movimientos, las poblaciones cambian, los modos de vida y las creencias también. Pero aquello a lo que llamamos Dios permanecerá siempre del lado del cañón más poderoso. Lo que fue, será. A pesar de mover una coma, la esencia de la frase seguirá siendo la misma.

(1) El odio, (1995), película de Mathieu Kassovitz.

 

(Extracto del dossier de prensa de Climax, de Gaspar Noé. Traducción del francés de Esmeralda Barriendos)


Burning, de Lee Chang-Dong (Sección Oficial, 19/05/18)

Magnífico el film del director coreano Lee Chang-Dong, que recibió el premio al mejor guión por su film Poetry en el Festival de Cine de Cannes hace ocho años.

Lee considera que las buenas historias son como seres vivos que andan por ahí, a nuestro alrededor. Uno las encuentra por puro azar sólo si está suficientemente atento. De este modo llegó a sus manos la novela de Haruki Murakami titulada Los graneros quemados.

La película de Lee Chang-Dong oculta más que revela, toda ella sumida en un misterio que le otorga una profunda dimensión cinematográfica.

El joven Jongsu, que trabaja como mensajero, se encuentra al realizar una entrega con Haemi, una chica que vivía en su barrio hace muchos años. Ella le pide que cuide de su gato durante un viaje a Africa.

Jongsu sostiene la película de un modo extraordinario, a pesar de tratarse de un personaje apático y solitario, y la dificultad de mantener el interés del espectador cuando efectivamente no sucede nada, hasta el desenlace final.

La ira de los jóvenes es una de las cuestiones que más preocupa a este director, causada por una vida sin expectativas, y que finalmente ocasiona un sentimiento de impotencia.

Burning se inspira también en el universo de Faulkner. Una de sus novelas lleva el mismo título que la de Murakami, y la relación con su padre proviene directamente de este universo del autor americano: el hijo se siente culpable de los actos violentos cometidos por la rabia del padre.

Existe un proverbio bosquimano que concluye así: el rocío de la mañana sobre las flores son las lágrimas de las estrellas.

El director cree firmemente que el misterio que se halla en el origen del cine es un reflejo del misterio de la vida. Algunas personas no renuncian nunca a la búsqueda de ese sentido.

Algunos no renunciamos al cine.


Ayka, de Sergey Dvortsevoy (Sección Oficial, 18/05/18)

Algunos cineastas están dotados de una habilidad extraordinaria para revelar la experiencia poética desde lo cotidiano por terrible que pueda ser. Sin cambios en la luz, cámaras lentas o puntuaciones musicales.

Sergei Dvortsevoy es uno de esos grandes poetas de la imagen, un cineasta único, necesario. En las vidas de sus personajes, por atroces que sean, este buscador de tesoros encuentra siempre los instantes luminosos que hacen que el espectador se olvide de todo pensamiento existencialista.

Un gesto, un instante suspendido, que se despega del desarrollo dramático para que la vida se muestre desnuda, en su dolorosa belleza, insustituible.

En mi opinión, y siguiendo las palabras del maestro Erice, el final de Ayka sería flecha y herida a un tiempo: flecha capaz de romper el velo -la ilusión- de esa realidad terrible al acecho, herida que nos toca el corazón porque acierta a mostrar lo que no se percibe a simple vista.

La trama es esta:

Ayka acaba de dar a luz.

No puede permitirse tener un bebé.

No tiene trabajo, sólo deudas que pagar, ni siquiera una habitación donde dormir….

Siento no poder desvelar nada más.

La ovación en el Gran Teatro Lumière ha sido interminable.

¡Palma de Oro para Ayka!


ACID. La programación de los cineastas

ACID es la Asociación de Cine Independiente para su Difusión, una asociación de cineastas que apoya durante el año la difusión de películas entre sus socios: salas de cine, espectadores, festivales, centros escolares…

Presente en Cannes desde 1993, la sección ACID, programada exclusivamente por cineastas de la asociación, propone una docena de largometrajes franceses e internacionales, ficciones y documentales.

La elección de los cineastas responde a una cierta intuición, y a la voluntad de dar visibilidad a autores insuficientemente difundidos, para facilitar el estreno de sus películas en salas de cine. A la proyección le sigue un encuentro con los equipos.

Este año, la cineasta portuguesa Teresa Villaverde con su film Colo entre su programación.

¡Quién tuviera el don de la ubicuidad!

( Extracto del Programa de Proyecciones)


Woman at War (Mujer en guerra), de Benedikt Erlingsson (Semana de la Crítica, 18/05/18)

Otra gran película, tan hermosa, realmente emocionante, de la Semana de la Crítica. Se trata de la historia de Halla, una mujer libre, directora de un coro en su ciudad que sin embargo lleva una doble vida.

Es una apasionada activista en la protección del medio ambiente. Conocida como “la mujer de la montaña”, ha declarado la guerra, su guerra particular contra la explotación de los recursos naturales en los Highlands de Islandia.

Sus acciones comienzan siendo breves gestos, pequeños actos de vandalismo. Pero finalmente mediante el sabotaje de unas torres de alta tensión consigue detener las negociaciones entre el gobierno islandés y la multinacional que pretende construir una nueva fundición de aluminio.

Filmada literalmente como una Juana de Arco contemporánea en sus periplos por las montañas, -qué bellas las imágenes de los ataques a los drones que la vigilan-, la trama se complica cuando sabemos que debe viajar a Ucrania para recoger a su futura hija.

Según la nota de intención del director, Halla es una Artemisa moderna, protectora de la vida salvaje para las futuras generaciones.

Erlisson recuerda unos diálogos del libro de Astrid Lindgren, Los hermanos Corazón de León donde los protagonistas señalan que el único modo de ser persona es luchar por aquello en lo que crees, aunque sea muy difícil conseguirlo.

El director de De caballos y hombres considera que los derechos de la naturaleza deberían estar al mismo nivel que los derechos humanos.

Aquí habría tanto que decir…

Pero esta idea se trasluce en ambas películas, en las que que queda manifestado que la protección de la naturaleza debería recogerse en las constituciones nacionales, y ser defendida tanto por las leyes locales como por las internacionales, al margen de intereses económicos.

Premio de la Sociedad de Autores y Compositores dramáticos (SACD)


Sauvage, de Camille Vidal-Naquet (Semana de la Crítica, 17/05/18)

Sauvage es una película extraordinaria en su crudeza. Al más puro estilo inaugurado por los Dardenne en su laureada Rosetta, la cámara de Camille Vidal-Naquet narra las desventuras de un joven gay que se prostituye en un bosque francés. Leo es su nombre. Nada sabremos de su vida anterior, incluso en aquellos momentos en los que parece que el pasado va por fin a ser revelado.

Soterrado bajo una sucesión de escenas de sexo explícito, algunas verdaderamente crueles, la película encubre el sentimiento amoroso que Leo, en su ternura, experimenta por su compañero de colchón, un hombre que aunque desea a las mujeres, sobrevive en la calle junto al protagonista.

Esos viajes nocturnos entre droga y alcohol de ambos hacen posible la reconstrucción de un mundo, el de los hombres que buscan a aquellos que venden su cuerpo. Un mundo sórdido, un tabú quizás, pero que de manera muy inteligente conecta con la superficie de lo cotidiano, con esa cadencia luminosa de la mañana y sus rutinas.

El film es un caleidoscopio del deseo masculino, un juego de múltiples piezas que configuran un mosaico de la condición humana: El temor a la vejez y a la muerte, el deseo amoroso y/o sexual, la humillación, la soledad, el amor, la rabia, la libertad, habitan esos lugares de la noche más oscura.

Fabulosa realización, un nuevo cineasta a seguir.

El gran cine existe también más allá de la alfombra roja.

Premio Film revelación masculina de la Fundación Roederer


The house that Jack built, de Lars von Trier (Sección Oficial, fuera de concurso)

Hace ya muchos años, Lars von Trier hizo una pequeña película titulada Las cinco condiciones, basada en otro film anterior de Jorgen Leth, titulada El humano perfecto.

Había una frase en el film de Leth que se repetía una y otra vez. Era algo así como: “Esta experiencia es algo que ustedes comprenderán más tarde”.

Una frase que puede aplicarse al último largometraje del genio danés. Es algo que el mundo comprenderá mucho más tarde, y cuyo valor no somos capaces de apreciar desde el presente en su totalidad, en esta mañana de mayo junto al mar.

El film es el terror absoluto, al que el director nos obliga a mirar de frente en unas secuencias insoportables donde se narran al detalle los brutales asesinatos de un hombre que padece un trastorno obsesivo compulsivo. Perfecta es la interpretación de Matt Dillon, con todo lo que el calificativo significa en este contexto.

Las imágenes pueden herir verdaderamente la sensibilidad del espectador.

El film se estructura en cinco incidentes y un epílogo-catabasis conducidos por un diálogo en off entre el protagonista y un hombre denominado Verge. Parece que caminan juntos. Aunque las preguntas están permitidas, las respuestas sólo serán una posibilidad. Sin embargo, la escucha está garantizada. Es un discurso antiguo: el de la crueldad humana. Los incidentes son el relato de algunos de los crímenes cometidos por Jack. Comenzando con una descripción exhaustiva del primer encuentro, poco a poco la narración va aligerándose y las muertes se convertirán en algo anecdótico, si tal mostración de sadismo y vísceras puede denominarse así.

El deseo último de Jack es construir una casa propia (de ahí el título del film). Una casa que será derribada una y otra vez hasta la obra final.

La transición entre los incidentes, perversamente puntuados por la música y las imágenes en blanco y negro de un Glenn Gould absorto al piano, son una reflexión sobre el papel moral del objeto artístico, y del hecho creador como manifestación de grandes megalomanías en pro de lo bello. La búsqueda de un material con voluntad propia subyace en buena parte de este discurso, en el que Hitler es el principal epígono. Verge llegará a afirmar que Jacklee el arte del mismo modo que el diablo lee la Biblia”.

Creo profundamente que Lars von Trier es el gran moralista de nuestro tiempo, una suerte de visionario como lo fueron otros grandes artistas, cineastas y pintores en esencia. ¿Deberíamos vetar hoy las Pinturas Negras de Goya?

Si la palabra, la fábula, los cuentos morales, no son suficientes para hacernos entender que el espacio interior, -del que por cierto también hablaba Bergman expresamente en el documental de Magnusson-, se ha de construir desde el bien, Lars von Trier, en absoluta contradicción con los discursos habituales, decide en La casa que construyó Jack azotar psíquicamente al espectador, insiste en trazar un camino a la inversa: es el asesino psicópata el que se siente como pez en el agua entre el horror del mundo, quien en sus instantes de lucidez, lo revela y describe ante el espectador impasible.

Señalar brevemente dos reflexiones especialmente emocionantes en el film: la primera nace de un castaño en el campo de concentración de Buchenwald. Este árbol fue testigo de los mayores horrores cometidos por el ser humano, pero también su sombra dio cobijo al pensamiento de uno de los grandes humanistas europeos, J.W.Goethe.

La segunda reflexión trata de la creación de iconos en nuestro imaginario; aquí se habla en concreto de los iconos de maldad y perversión que perviven en la memoria colectiva, sin ser muy conscientes de cuáles son las consecuencias de estos gestos . Valga como ejemplo el diseño del sonido de los bombarderos Stuke. Fue efectivamente un acto de guerra psicológico. También llamados “las trompetas de Jericó», helaban la sangre de los civiles. Nadie que los haya escuchado podría olvidarlos.

El sustrato del film sobre conceptos estrechamente ligados al cristianismo se enuncia expresamente. Bellísima la secuencia de la respiración de los espigadores donde se menciona la ausencia de castigo. Tampoco hay arrepentimiento, y por tanto, no habrá perdón.

El descenso a los infiernos y su sonido ensordecedor recuerda el final del Fausto de Sokurov, – también a alguna de las increíbles instalaciones de Bill Viola-. Es un final sin esperanza ninguna.

El puente que permitía salir del averno fue volado hace tanto tiempo que ni siquiera lo llegó a conocer el propio Verge.

El fuego eterno, la fascinación por esa luz oscura que se trasluce de los negativos fotográficos de Jack, terminará por devorarlo.

Ahora, Godard diría: À quoi ça sert, l’Amour? ( para qué sirve el Amor?)

Si este hubiera venido a Cannes, tendrían mucho de qué hablar.


Searching for Ingmar Bergman, de Margarethe von Trotta

El segundo documental dedicado a Ingmar Bergman en esta edición del Festival de Cannes se proyectó ayer tarde con la presencia en la sala de su directora, la gran cineasta Margarethe von Trotta, el grandísimo director de fotografía y también cineasta Stig Björkman presentados por Thierry Frémaux.

Bergman, que recibió la Palma de Palmas honorífica en el año 1997 es uno de los cineastas fundamentales de la historia del cine. Su trabajo artístico fue para sí mismo una suerte de terapia frente a la soledad confesa, a los terrores que le asaltaban en plena noche, en la hora del lobo.

El film de von Trotta recoge algo de material de archivo pero en esencia ofrece el testimonio de la propia directora, -cuyo film Los años del plomo, si no recuerdo mal se hallaba el primero entre la lista de las diez películas favoritas de Bergman según una edición del festival de cine de Göteborg en 1994-. Los encuentros de von Trotta con familiares, amigos, amantes, actores y cineastas que conocieron al maestro van dibujando el perfil del Bergman “personaje“: de cómo su obra fue reivindicada por los cineastas de la Nouvelle Vague, de su admiración por Sjöstrom a quien rindió un hermoso tributo en Fresas Salvajes, de su pasión por La carreta fantasma, que veía al menos una vez todos los veranos en su casa de Färo, de cómo Rashomon le inspiró El manantial de la doncella

De especial interés son las aportaciones al film del crítico y cineasta francés Olivier Assayas, asi como de Jean-Claude Carrière.

El cine de Bergman en su origen está muy próximo a la idea de Dios aunque va evolucionando hacia el ser humano. Sus películas son una cuestión continua sobre la condición humana. Es el cine de la modernidad en el que principalmente los personajes son femeninos: Liv Ullman, Harriet Anderson, Ingrid Thulin, dieron vida a estas mujeres luminosas y libres que seguramente existían en la sociedad sueca pero sólo la sensibilidad de Bergman se atrevió a mostrar. Toda una novedad en aquellos días.

Siguiendo una cita de Büchner mencionada en el film, cada hombre es un abismo, da vértigo si se mira en su interior.

Von Trotta ha esbozado un delicado retrato de ese hombre frágil que nunca quiso abandonar el cuarto de su infancia.


Mirai, mi hermana pequeña, de Mamoru Hosoda

Mirai es una delicada película de animación, que ha emocionado a los asistentes esta mañana, en el teatro de la Croissette.

Kun es un niño feliz hasta la llegada de Mirai, su hermana pequeña. Celoso del bebé que monopoliza la atención de sus padres, se encierra poco a poco en si mismo.

En el jardín donde se refugia a menudo, encuentra un árbol genealógico mágico.

De repente, Kun se encontrará en un mundo fantástico en el que se mezclan pasado y futuro. En el encontrará a sus parientes en las diferentes edades de la vida: su madre de niña, su bisabuelo en su trepidante juventud y su hermanita adolescente.

Kun descubrirá su propia historia a través de estas aventuras.

Mamoru Hosoda recoge el legado de Miyazaki y Takahata para regalarnos una pelicula entrañable en la que la fantasía se inscribe en la realidad como no puede ser de otro modo, fiel reflejo del universo de la infancia.

Esmeralda Barriendos


Petra, de Jaime Rosales

“No hay un solo tema en Petra. Cada espectador lo definirá para sí mismo. Pero la identidad es importante. También el destino y el enfrentamiento entre el bien y el mal. La trama está impregnada de un hálito trágico a lo largo de todo el metraje. Si tuviera que resumir la temática de Petra, diría que es una película de búsqueda y redención.”(1)

Jaime Rosales ha vuelto de nuevo a Cannes. Su primer largometraje, Las Horas del Día, fue premio Fipresci en la Quincena de los Realizadores en 2003. La Soledad se presentó en el año 2003 en la sección Un Certain Regard. También sus filmes Sueño y Silencio (2012) y Hermosa Juventud (2014) se estrenaron aquí.

Me gustaría no desvelar siquiera el argumento. Porque Rosales, que experimenta continuamente con la forma, nos regala una composición temporal de una belleza extraordinaria. Y no saber nada, nada de nada de la trama, otorga al desarrollo de la película y a la emoción del espectador una fuerza inusitada.

En el coloquio posterior a la proyección en Cannes, y desvelando su método de trabajo, el director insiste en los continuos ensayos, haciendo las repeticiones necesarias hasta que los actores han interiorizado sus personajes de tal modo que, cuando la escena se filma, el guión desaparece y los diálogos son otros. Son los personajes descritos quienes al fin se encarnan en las voces y los gestos de los actores. Las escenas crean un mundo propio a partir de esa escritura inicial, pero en ellas prevalece la espontaneidad por encima de todo.

La gran Marisa Paredes ha confesado públicamente en el Teatro de la Croissette esta mañana que ha sido muy enriquecedor trabajar con Rosales, y que sus ensayos han sido sorprendentes.

Expresa Jaime Rosales la intención dramática del texto, en el que subyace la idea de tragedia griega, donde la sucesión hechos-deseos-consecuencias, viene determinada por una cierta fatalidad de destino. Pero todo su trabajo, según sus propias palabras al final de la proyección se asienta sobre dos pilares: el dramatúrgico (que permite el desarrollo del conflicto y los personajes) y un segundo aspecto, esencial, que es el fílmico. La pregunta es una: ¿qué puede hacer el cine para dar vida a este conflicto?

Aquí entra en juego toda la sabiduría, todas las señas de identidad del director. Esta búsqueda de los recursos fílmicos necesarios para expresar el conflicto en Petra, mantiene fuertes vínculos con otras películas anteriores del cineasta, no sólo en la elección de los actores sino esencialmente en la obsesión confesa de Rosales por el transcurso del tiempo en aquellos lugares donde los humanos ya no están, donde ya no se comparte ese tiempo común.

Esos espacios en los que discurre el tiempo de la ausencia es un rasgo que comparte con Ozu. Porque el maestro japonés también filmaba los espacios de la intimidad vacíos; la cámara permanecía en ellos de un modo menos señalado que en el cine de Rosales. También en sus encuadres tímidos los protagonistas solos, enmarcados por las puertas de las habitaciones, continuaban silenciosamente con sus rutinas diarias.

Pero en Petra, la cámara de Rosales es además pura magia. No era necesario que lo desvelara él mismo, pero hermosamente se ha referido a “la mirada del ángel”: esa certeza de que las cosas suceden por mediación de algo que no es del todo humano, esa compañía invisible, divinidad, ángel o fantasma… Esta es su cámara. La cámara y con ella, los lugares y las cosas, que guardan eternos el secreto de la tragedia. Lo inmanente del ser frente al desastre, y cómo no, frente a los instantes amorosos tan bellos que protagonizan Bárbara Lennie y Alex Brendemühl. Toda mi admiración hacia este último, uno de los grandes actores de nuestro cine. No se la pierdan.

(1) Fragmento de las declaraciones de Jaime Rosales para el dossier de prensa


Dead Souls, de Wang Bing (fuera de concurso)

En la provincia de Gansu, en el noroeste de China, los huesos de innumerables prisioneros fallecidos a causa del hambre hace más de sesenta años están esparcidos por el desierto del Gobi.

Tachados de “ultra-derechistas” durante la campaña política contra algunas gentes conservadoras en 1957, la inmensa mayoría murió en los campos de concentración, -denominados por el poder como campos de “reeducación”- en Jiabiangou y Mingshui.

La película, tan hermosa y tan dolorosa a un tiempo, nos propone un encuentro con los supervivientes de la barbarie: quiénes fueron estos desconocidos que narran ante la cámara las penurias que sufrieron, y cuál fue su desgraciado destino.

Este encuentro con el espectador fue filmado por el maestro Bing a lo largo del tiempo; al menos más de una década transcurre entre algunas de las entrevistas y su proyección hoy. Uno de los protagonistas, fue internado en uno de los campos exactamente tal día como hoy, -el de la proyección en el Festival de Cannes 2018-, hace 50 años.

Filmado con ese amor y esa cercanía de la que fueron precedentes, – al menos para la que esto escribe- los retratos de mujeres que registró la cámara de Alain Cavalier, las ocho horas de proyección transcurren en un estado de revelación del que sólo cierto cine es capaz; terroríficas son las descripciones de la mayoría de los supervivientes, salvados en su mayoría por trabajar en las cocinas, donde robaban un poco más de alimento, cantidades miserables.

La cámara de Bing les otorga el tiempo necesario para que sean sus gestos, sus rostros, los que nos sacudan con esa verdad del ser humano en su intimidad más impúdica y vulnerable. Así, la confesión no se limita en realidad a una exposición de los hechos, sino una suerte de almas desnudas.

Era tanto el hambre que los propios internos, que terminaban por dormir en pequeñas cuevas (trogloditas, eremitas) excavadas con sus propias manos, ocultaban la muerte de sus compañeros para obtener una ración extra de alimento. Esta declaración es en cierto modo similar a la del tirano de la gran novela de Gogol, Almas Muertas, de la que quizás toma el nombre sin saberlo. Aunque con un fin muy distinto, el Kane de Gogol compraba los nombres de los campesinos muertos para que el estado le asignara una extensión mayor de terreno.

Me invade una sensación extraña, por partida doble. Todos estos ancianos hablan de su suerte, puesto que salieron con vida de semejantes actos de crueldad. Pero cuando la cámara de Bing los muestra hoy, nos desvela que todos han muerto, que este discurso tan intensamente doloroso, tan revelador de una deshumanización absoluta, ha concluido para siempre. “La vida es un circo”, afirma uno de ellos.

Por otra parte, el film muestra con certeza que la fuerza del pensamiento de algunos de los supervivientes mantiene una estrecha relación causa-efecto con el hecho de seguir con vida: la mente vuela por encima de los acontecimientos. Esas declaraciones extraordinarias tan vinculadas al pensamiento mágico, – a la fe, al destino, al amor-, son las que les han permitido volver a estar hoy aquí, en la sala de la Soixantième de Cannes, entre nosotros. Perdurarán en nuestra memoria.


A Ilha dos Amores (1982), de Paulo Rocha (Cannes Classics)

Treinta y seis años después de la proyección de 1982, que fue decisiva para la película y para la trayectoria de su autor, A Ilha dos Amores (La Isla de los Amores) vuelve a Cannes como un “clásico”. Hay que celebrar este regreso, recordando su modernidad radical y ese gesto inmenso de cine poético que subraya tanto la singularidad de un contexto (el cine portugués en los años siguientes a “la revolución de los claveles” y las creaciones auténticamente libres de algunos de sus principales cineastas) como la filmografía extraordinaria de su autor.

Esta proeza cuya preparación duró una década y media, es el punto de partida de los caminos que constituyen la base de la obra de Paulo Rocha, fundador del “Cinema Novo” portugués que desde su origen se sintió atraido por las pulsiones al límite de la cultura popular por una parte, y por otra, por la cultura asiática, principalmente la japonesa.

Rodada en Japón y Portugal, preparada durante más de una década, el autor trata en esta película la vida y obra de una de las figuras históricas que más le atraían, el escritor y oficial de marina Wenceslao de Moraes (muerto en Japón en 1929). Es decir, tal y como sucede con frecuencia en el cine de Rocha, alguien que representa una ambición humana y cultural que no se restringe a las fronteras del propio país, y permite al cineasta afrontar tensiones propias, siempre dividido entre sus fuertes raíces locales y la necesidad de alejamiento de las mismas.

Es uno de los ejemplos de puesta en escena, de dirección rigurosa y sofisticada de Rocha, así como uno de los grandes trabajos del actor Luis Miguel Cintra, un gran nombre del teatro portugués de las últimas décadas; su cuerpo y su voz se hallan en el corazón del cine portugués de la modernidad.

Traducción del texto introductorio de José Manuel Costa. Director de la Cinemateca Portuguesa-Museu do Cinema.

 

Esmeralda Barriendos

Hirokazu Kore-eda gana la Palma de Oro de Cannes

El japonés Hirokazu Kore-eda obtiene la Palma de Oro de la 71 edición del Festival de Cine de Cannes por Manbiki kazoku (Shoplifters), mientras que Spike Lee se lleva el Gran Premio del Jurado por BlacKkKlansman. Los premios de interpretación recaen en el italiano Marcello Fonte por su papel de cuidador de perros en Dogman, de Matteo Garrone, y para la kazaja Samal Yeslyamova, por su interpretación de una mujer forzada a abandonar a su hijo que vive en la miseria en Ayka, dirigida por su compatriota Sergey Dvortsevoy. El polaco Pawel Pawlikowski consigue el premio a mejor dirección por Cold War, mientras que la libanesa Nadine Labaki, se tiene que contentar con el Premio del Jurado. Además, el jurado presidido por Cate Blanchett decide conceder la Palma de Oro especial Jean-Luc Godard, por Le livre d’image, ya que es un cineasta que ha hecho «avanzar el cine, que ha sobrepasado los límites y que busca redifinir esos límites«. Durante la ceremonia de entrega de premios, la actriz italiana Asia Argento aprovecha para denunciar que en 1997 fue violada por el productor estadounidense Harvey Weinstein en Cannes en 1997. El Certamen se clausura con Terry Gilliam y su The Man who killed Don Quixote, protagonizada por Adam Driver y Jonathan Pryce.

Cannes, día 11: Dvortsevoy y Bilge Ceylan

El director de Tulpan, Sergey Dvortsevoy, vuelve al Festival de Cine de Cannes con Ayka, un drama que trata sobre las condiciones de vida precarias de una mujer confrontada a un dilema moral. El filme narra la ardua realidad de una mujer sin empleo y endeudada que acaba de dar a luz a un hijo que no puede mantener. Con Ayka, Dvortsevoy vuelve a retratar la realidad de su época y entrega una obra a medio camino entre la ficción y el documental, inspirándose en el género que marcó sus inicios detrás de la cámara. Por otro lado, el ganador de la Palma de Oro con Winter sleepNuri Bilge Ceylan presenta Ahlat Agaci (The Wild Pear Tree), un drama sobre la relación conflictiva entre padre e hijo. El filme muestra a un hombre que siempre ha querido ser escritor. Cuando regresa a su pueblo natal en Anatolia dedica su energía a conseguir el dinero que necesita para publicar su libro, pero las deudas de su padre se convierten en un obstáculo. Y a pesar de que intenta saldarlas, va sintiendo que su destino se parece inevitablemente al de su padre. El director utiliza una serie de experiencias dolorosas para ilustrar la lucha del personaje, quien, además de tener un sentimiento de culpabilidad, siente que es diferente, aunque no puede explicar por qué. Llega a su fin la sección «Una cierta mirada», que ha contada con 18 película en competición, seis de los cuales eran ópera primas. El Jurado, presidido por Benicio Del Toro, otorga su premio principal a Gräns (Border), de Ali Abbasi. Además, el premio a la mejor dirección recae en Donbass, de Sergei Loznitsa, que inuguró la sección; el de interpretación en Victor Polster, por Girl, de Lukas Dhont; el de mejor guión es para Sofia, de Meryem Benm’barek; y el especial del jurado en Chuva é cantoria na aldeia dos mortos, de João Salaviza y Renée Nader Messora.

Cannes, día 10: Gonzalez y Labaki

El cineasta Yann Gonzalez (You and the Night) lleva a Vanessa Paradis a la industria pornográfica gay de la década de 1970, mientras merodea un misterioso asesino en serie, en Un Couteau Dans le Cœur (Knife + Heart) presentada hoy en la sección oficial del Festival de Cine de Cannes. El amor, el sexo, el deseo y la muerte también son protagonistas de este largometraje orgánico que el director ha querido hacer más clásico y con un estilo narrativo más optimista. Paradis encarna a Anne, una productora de películas baratas que ahoga sus penas en la violencia y el alcohol. Cuando Loïs, su editora y pareja, la abandona repentinamente, Anne queda destrozada y decide reconquistarla, haciendo una película mucho más ambiciosa. Pero un misterioso asesino enmascarado merodea en su entorno y masacra brutalmente a sus actores. Por otro lado, la directora libanesa Nadine Labaki vuelve al Festival con Capharnaüm, que narra el combate de Zain, 12 años, quien demanda a sus padres por haberlo traído al mundo si no estaban en condiciones de educarlo correctamente. Para poder plasmar esa dura realidad, Labaki se rodeó de intérpretes que habían pasado por situaciones similares a las del personaje. Mezcla de documental y obra de ficción, Labaki continúa explorando la sociedad libanesa y comparte con el mundo entero su análisis comprometido sobre las fallas de un sistema incoherente.

Cannes, día 9: Garrone y Chang-dong

El director de Gomorra (2008), el italiano Matteo Garrone, transfigura un suceso brutal que sacudió Italia en los años ochenta en Dogman, presentada hoy en la sección oficial del Festival de Cine de Cannes. El filme se deriva de la cruel relación que entablan los dos protagonistas en un triste suburbio romano: un hombre que pierde su inocencia y un expresidiario sin ley. Por otro lado, ocho años después de Poetry, el surcoreano Lee Chang-dong regresa a Cannes con Burning, inspirado en una novela de Haruki Murakami. En el filme, un joven mensajero, se encuentra por casualidad con una amiga de infancia, quien le pide que cuide a su gato durante su viaje a África. La chica regresa con alguien a quien conoció durante su viaje y que un buen día revela su extraño e incandescente pasatiempo. Finalmente, en la recta final del Certamen comienzan a conocerse algunos de los principales premios. En la 57ª Semana de la Crítica triunfa la película Diamantino, de Gabriel Abrantes y Daniel Schmidt, mientras que el actor francés Félix Maritaud recibe el Premio Revelación por Sauvage, de Camille Vidal-Naquet, por un jurado presidido por el noruego Joachim Trier. Así mismo, el premio del jurado de la Cinéfondation, presidido por Bertrand Bonello, premia a cuatro películas representantes de escuelas de cine encabezadas por El verano del león eléctrico, de Diego Céspedes (Universidad de Chile ICEI, Chile).

Cannes 2018: «The house that Jack built», de Lars von Trier

Hace ya muchos años, Lars von Trier hizo una pequeña película titulada Las cinco condiciones, basada en otro film anterior de Jorgen Leth, titulada El humano perfecto.

Había una frase en el film de Leth que se repetía una y otra vez. Era algo así como: “Esta experiencia es algo que ustedes comprenderán más tarde”.

Una frase que puede aplicarse al último largometraje del genio danés. Es algo que el mundo comprenderá mucho más tarde, y cuyo valor no somos capaces de apreciar desde el presente en su totalidad, en esta mañana de mayo junto al mar.

El film es el terror absoluto, al que el director nos obliga a mirar de frente en unas secuencias insoportables donde se narran al detalle los brutales asesinatos de un hombre que padece un trastorno obsesivo compulsivo. Perfecta es la interpretación de Matt Dillon, con todo lo que el calificativo significa en este contexto.

Las imágenes pueden herir verdaderamente la sensibilidad del espectador.

El film se estructura en cinco incidentes y un epílogo-catabasis conducidos por un diálogo en off entre el protagonista y un hombre denominado Verge. Parece que caminan juntos. Aunque las preguntas están permitidas, las respuestas sólo serán una posibilidad. Sin embargo, la escucha está garantizada. Es un discurso antiguo: el de la crueldad humana. Los incidentes son el relato de algunos de los crímenes cometidos por Jack. Comenzando con una descripción exhaustiva del primer encuentro, poco a poco la narración va aligerándose y las muertes se convertirán en algo anecdótico, si tal mostración de sadismo y vísceras puede denominarse así.

El deseo último de Jack es construir una casa propia (de ahí el título del film). Una casa que será derribada una y otra vez hasta la obra final.

La transición entre los incidentes, perversamente puntuados por la música y las imágenes en blanco y negro de un Glenn Gould absorto al piano, son una reflexión sobre el papel moral del objeto artístico, y del hecho creador como manifestación de grandes megalomanías en pro de lo bello. La búsqueda de un material con voluntad propia subyace en buena parte de este discurso, en el que Hitler es el principal epígono. Verge llegará a afirmar que Jacklee el arte del mismo modo que el diablo lee la Biblia”.

Creo profundamente que Lars von Trier es el gran moralista de nuestro tiempo, una suerte de visionario como lo fueron otros grandes artistas, cineastas y pintores en esencia. ¿Deberíamos vetar hoy las Pinturas Negras de Goya?

Si la palabra, la fábula, los cuentos morales, no son suficientes para hacernos entender que el espacio interior, -del que por cierto también hablaba Bergman expresamente en el documental de Magnusson-, se ha de construir desde el bien, Lars von Trier, en absoluta contradicción con los discursos habituales, decide en La casa que construyó Jack azotar psíquicamente al espectador, insiste en trazar un camino a la inversa: es el asesino psicópata el que se siente como pez en el agua entre el horror del mundo, quien en sus instantes de lucidez, lo revela y describe ante el espectador impasible.

Señalar brevemente dos reflexiones especialmente emocionantes en el film: la primera nace de un castaño en el campo de concentración de Buchenwald. Este árbol fue testigo de los mayores horrores cometidos por el ser humano, pero también su sombra dio cobijo al pensamiento de uno de los grandes humanistas europeos, J.W.Goethe.

La segunda reflexión trata de la creación de iconos en nuestro imaginario; aquí se habla en concreto de los iconos de maldad y perversión que perviven en la memoria colectiva, sin ser muy conscientes de cuáles son las consecuencias de estos gestos . Valga como ejemplo el diseño del sonido de los bombarderos Stuke. Fue efectivamente un acto de guerra psicológico. También llamados “las trompetas de Jericó», helaban la sangre de los civiles. Nadie que los haya escuchado podría olvidarlos.

El sustrato del film sobre conceptos estrechamente ligados al cristianismo se enuncia expresamente. Bellísima la secuencia de la respiración de los espigadores donde se menciona la ausencia de castigo. Tampoco hay arrepentimiento, y por tanto, no habrá perdón.

El descenso a los infiernos y su sonido ensordecedor recuerda el final del Fausto de Sokurov, – también a alguna de las increíbles instalaciones de Bill Viola-. Es un final sin esperanza ninguna.

El puente que permitía salir del averno fue volado hace tanto tiempo que ni siquiera lo llegó a conocer el propio Verge.

El fuego eterno, la fascinación por esa luz oscura que se trasluce de los negativos fotográficos de Jack, terminará por devorarlo.

Ahora, Godard diría: À quoi ça sert, l’Amour? ( para qué sirve el Amor?)

Si este hubiera venido a Cannes, tendrían mucho de qué hablar.

Esmeralda Barriendos para zinema.com

Cannes 2018: «Searching for Ingmar Bergman», de Margarethe von Trotta

El segundo documental dedicado a Ingmar Bergman en esta edición del Festival de Cannes se proyectó ayer tarde con la presencia en la sala de su directora, la gran cineasta Margarethe von Trotta, el grandísimo director de fotografía y también cineasta Stig Björkman presentados por Thierry Frémaux.

Bergman, que recibió la Palma de Palmas honorífica en el año 1997 es uno de los cineastas fundamentales de la historia del cine. Su trabajo artístico fue para sí mismo una suerte de terapia frente a la soledad confesa, a los terrores que le asaltaban en plena noche, en la hora del lobo.

El film de von Trotta recoge algo de material de archivo pero en esencia ofrece el testimonio de la propia directora, -cuyo film Los años del plomo, si no recuerdo mal se hallaba el primero entre la lista de las diez películas favoritas de Bergman según una edición del festival de cine de Göteborg en 1994-. Los encuentros de von Trotta con familiares, amigos, amantes, actores y cineastas que conocieron al maestro van dibujando el perfil del Bergman “personaje“: de cómo su obra fue reivindicada por los cineastas de la Nouvelle Vague, de su admiración por Sjöstrom a quien rindió un hermoso tributo en Fresas Salvajes, de su pasión por La carreta fantasma, que veía al menos una vez todos los veranos en su casa de Färo, de cómo Rashomon le inspiró El manantial de la doncella

De especial interés son las aportaciones al film del crítico y cineasta francés Olivier Assayas, asi como de Jean-Claude Carrière.

El cine de Bergman en su origen está muy próximo a la idea de Dios aunque va evolucionando hacia el ser humano. Sus películas son una cuestión continua sobre la condición humana. Es el cine de la modernidad en el que principalmente los personajes son femeninos: Liv Ullman, Harriet Anderson, Ingrid Thulin, dieron vida a estas mujeres luminosas y libres que seguramente existían en la sociedad sueca pero sólo la sensibilidad de Bergman se atrevió a mostrar. Toda una novedad en aquellos días.

Siguiendo una cita de Büchner mencionada en el film, cada hombre es un abismo, da vértigo si se mira en su interior.

Von Trotta ha esbozado un delicado retrato de ese hombre frágil que nunca quiso abandonar el cuarto de su infancia.

Esmeralda Barriendos para zinema.com

Cannes 2018: «Mirai, mi hermana pequeña», de Mamoru Hosoda.

Mirai es una delicada película de animación, que ha emocionado a los asistentes esta mañana, en el teatro de la Croissette.

Kun es un niño feliz hasta la llegada de Mirai, su hermana pequeña. Celoso del bebé que monopoliza la atención de sus padres, se encierra poco a poco en si mismo.

En el jardín donde se refugia a menudo, encuentra un árbol genealógico mágico.

De repente, Kun se encontrará en un mundo fantástico en el que se mezclan pasado y futuro. En el encontrará a sus parientes en las diferentes edades de la vida: su madre de niña, su bisabuelo en su trepidante juventud y su hermanita adolescente.

Kun descubrirá su propia historia a través de estas aventuras.

Mamoru Hosoda recoge el legado de Miyazaki y Takahata para regalarnos una pelicula entrañable en la que la fantasía se inscribe en la realidad como no puede ser de otro modo, fiel reflejo del universo de la infancia.

Esmeralda Barriendos

Cannes, día 8: Robert Mitchell y Brizé

El director americano David Robert Mitchell, aclamado por la crítica gracias a su obra maestra de terror It Follows, llega al Festival de Cine de Cannes por primera vez con Under the Silver Lake, comedia negra que relata la búsqueda de Riley Keough por el protagonista, encarnado por Andrew Garfield, y aborda el tema de la iniciación y de la búsqueda de la madurez a través de un personaje en el paro y con un único sueño: el de convertirse en una celebridad. La repentina desaparición de su joven y enigmática vecina, abre para él una oportunidad de partir a la aventura lanzándose en su búsqueda. La jornada se completa con En Guerre (At War), drama social dirigido por Stéphane Brizé y protagonizado por Vincent Lindon, quien interpreta a uno de los empleados de la fábrica Perrin, cuya dirección decide proceder al cierre total de la planta a pesar de los grandes sacrificios financieros por parte de los empleados y de los extraordinarios beneficios de la empresa. Liderados por su portavoz sindical, los 1100 empleados, víctimas de acuerdos pisoteados y de promesas no cumplidas, rechazan esta decisión e intentan proteger su trabajo por todos los medios. Con esta película, rodada en 23 días, Brizé enfrenta dos puntos de vista, la dimensión humana frente a la dimensión económica, y analiza los fallos sociales y políticos del siglo XXI. Además, en la Quincena de los Realizadores, Arantxa Echevarría llega con su historia de amor de dos gitanas, Carmen y Lola, que es recibida con muchos aplausos en el primer pase oficial.

Cannes, día 7: Lee y Sametemo

Spike Lee retorna al Festival de Cine de Cannes con el thriller BlacKkKlansman, que gira en torno al Ku Klux Klan. El director estadounidense adapta la historia de Ron Stallworth, un policía negro de Colorado Springs, infiltrado al más alto nivel en la organización xenófoba y publicada en 2014. La película, interpretada por John David Washington (hijo de Denzel Washington), narra la historia rocambolesca del detective que logró, hacia finales de los años 70, unirse a la estructura del Ku Klux Klan de su localidad y a través de muchas argucias, el afroamericano alcanzó la cima de la organización supremacista blanca fundada en 1865, logrando desenmascarar muchas de sus acciones, sin que nadie pusiera en duda el color de su piel. Por otro lado, Ryusuke Hamaguchi adapta una novela de Tomoka Shibasaki en Netemo Sametemo (Asako I & II), en la que relata la historia de una joven en contacto con un amor de doble cara. Dos años después de quedar desamparada por la pérdida de su primer gran amor, Asako conoce a su doble idéntico y se deja seducir. Sin embargo, poco a poco se da cuenta de que el hombre que ama ahora no se parece en nada al hombre que amó apasionadamente. Finalmente, fuera de competición, Cannes vuelve a declara «persona grata» a Lars Von Trier, quien presenta su último trabajo, The House That Jack Built, en la que conduce al espectador tras los pasos de un asesino en serie en los Estados Unidos de los años setenta. Jack, interpretado por Matt Dillon, quien concibe cada asesinato como una obra, fijándose como objetivo alcanzar la perfección absoluta con el último. El film está impregnado de violencia, pero también es un relato que coquetea con el cuento filosófico.

Cannes, día 6: Kore-Eda y Rohrwacher

Con Manbiki Kazoku (Shoplifters), el director japonés Hirokazu Kore-Eda se aleja de las relaciones paterno-filiales para explicar la historia de Shibata Osamu (Lily Franky) y los suyos, conmocionados por su encuentro con Hojo Juri (Sasaki Miyu), una niña maltratada. La familia se vuelve a encontrar en el centro de su obra, aunque tal vez menos intimista y más iracundo que de costumbre. La presente jornada dominical del Festival de Cine de Cannes se completa en su sección oficial con la película de la joven cineasta italiana Alice RohrwacherLazzaro Felice (Happy As Lazzaro), un delicado largometraje que traza un paralelo entre dos épocas gracias al viaje a través del tiempo de su antihéroe. En una aldea lejana de Italia vive Lazzaro, un joven campesino de cuya bondad se aprovechan todos los habitantes de la aldea. Un verano, Lazzaro entabla una amistad con el arrogante Tancredi, hijo de la marquesa propietaria de las tierras que cultivan los campesinos de la Inviolata. Esta amistad le llevará en un viaje a través del tiempo, al corazón del mundo moderno. El cierre semanal se produce la proyección de una versión restaurada de 2001: Una odisea en el espacio, de Stanley Kubrick, con motivo del cincuenta aniversario de su estreno. El Festival rememora la creación de esta película de culto que transformó para siempre el género de la ciencia ficción.

Cannes, día 5: Panahi y Husson

La jornada de este sábado está protagonizada por el ecuentro virtual con Jean-Luc Godard debido a que no se encuentra presente en esta edición del Festival de Cine de Cannes. «Yo soy un fabricante de películas«, afirma el cineasta a sus 87 años con su eterno puro en la mano. «Hay mucha piedad y poca inteligencia«, sentencia el realizador, para añadir que «hay que pensar con las manos y no solo con la cabeza«. Así mismo, y preguntado poe el rótulo «Homenaje a Cataluña» que aparece en su filme, Godard indica que «el cine como yo lo concibo es una pequeña Cataluña que tiene dificultades para existir«. En la sección oficial a concurso el iraní Jafar Panahi. vuelve a Cannes tras Esto no es una película (2011) con Se Rokh (3 Faces) en la que muestra el destino de tres actrices, tres mujeres de edades y trayectorias distintas que se entrecruza. Una de ellas, procedente de la época prerrevolucionaria, se ve obligada a dejar de actuar. La segunda es una estrella popular de la actualidad, conocida en todo el país, y la tercera es una joven en la flor de la vida, que desea ingresar en una escuela de teatro. Por otro lado, en Les Filles du soleil (Girls of the Sun), Eva Husson trata el tema de la reconquista desde la perspectiva de un batallón esencialmente femenino dirigido por Golshifteh Farahani. Husson ha reunido horas de testimonios para nutrir su relato, directamente inspirado en la actualidad reciente y muestra a las combatientes kurdas movilizadas contra el Estado Islámico en Irak y Siria.

Cannes, día 4: Godard y Zhang-ke

Jean-Luc Godard vuelve a sus 87 años de edad a la sección oficial del Festival de Cine de Cannes con Le Livre d’image, una obra que sigue los pasos de sus anteriores ensayos cinematográficos, en la que a través de imágenes de ficciones y documentales, reflexiona, entre otros temas, sobre el mundo árabe. Retorna cincuenta años después de mayo del 68, donde fue uno de los agitadores que reclamó la anulación del Festival y se levantó en armas contra un cine desconectado de la realidad. Por otro lado, Jia Zhang-ke llega a la competición por quinta vez con Jiang Hu Er Nv (Ash Is The Purest White), una película sobre la mafia en que la heroína está encarnada por su actriz fetiche Zhao Tao. La historia de Qiao, el personaje protagonista, es la de una mujer en un mundo de hombres, un personaje complejo surgido de la imaginación de Jia Zhang-ke al hacer memoria sobre las escenas cortadas de sus películas precedentes con Zhao Tao. Finalmente, fuera de concurso, en un relato autobiográfico apasionante, Another Day of Life narra la pesadilla de la guerra angoleña en 1975 a través de los ojos de uno de los periodistas más grandes de la historia, el polaco Ryszard Kapuściński. En formato de documental y película de animación, se trata de una adaptación del libro Un día más con vida, la obra más personal del periodista convertido en escritor, realizada a lo largo de diez años por Raúl de la Fuente y Damian Nenow, que han trabajado codo con codo para contar esta historia real.

Cannes, día 3: Pawlikowski y Honoré

Cinco años después de Ida, Pawel Pawlikowski regresa al Festival de Cine de Cannes y al mismo periodo doloroso de la historia de su país. Zimna Wojna (Cold War) cuenta el idilio imposible de una pareja en un contexto político eléctrico, y retoma algunos preceptos visuales que contribuyeron a la magia de Ida. El largometraje ha sido rodado en blanco y negro y en un formato 4/3 entre París, Lodz y Wroclaw. En estos lugares acontece, entre 1949 y 1964, esta historia de amor apasionada pero imposible, en parte inspirada por la de los padres del director. En el reparto figura Joanna Kulig, que ya colaboró con Pawlikowski en La mujer del quinto (2011) e Ida, además de Agata Kulesza. Por otro lado, Christophe Honoré también vuelve a Cannes con El primer amor y el último amor, en la que muestra las primeras emociones amorosas para Arthur (Vincent Lacoste), estudiante bretón, y las últimas para Jacques (Pierre Deladonchamps), un escritor en el crepúsculo de la vida. Estos dos personajes se encuentran en el verano de 1990, en París, en un ambiente decididamente pop. En esta ocasión, Christophe Honoré incorpora su vida, su pasado y sus experiencias en el relato, invocando aquel estudiante bretón que solía ser en los años 1990, que leía a Jean-Luc Lagarce, escuchaba a Noir Désir, y vivía en contacto con el pánico del Sida.

Cannes 2018: «Petra», de Jaime Rosales

“No hay un solo tema en Petra. Cada espectador lo definirá para sí mismo. Pero la identidad es importante. También el destino y el enfrentamiento entre el bien y el mal. La trama está impregnada de un hálito trágico a lo largo de todo el metraje. Si tuviera que resumir la temática de Petra, diría que es una película de búsqueda y redención.”(1)

Jaime Rosales ha vuelto de nuevo a Cannes. Su primer largometraje, Las Horas del Día, fue premio Fipresci en la Quincena de los Realizadores en 2003. La Soledad se presentó en el año 2003 en la sección Un Certain Regard. También sus filmes Sueño y Silencio (2012) y Hermosa Juventud (2014) se estrenaron aquí.

Me gustaría no desvelar siquiera el argumento. Porque Rosales, que experimenta continuamente con la forma, nos regala una composición temporal de una belleza extraordinaria. Y no saber nada, nada de nada de la trama, otorga al desarrollo de la película y a la emoción del espectador una fuerza inusitada.

En el coloquio posterior a la proyección en Cannes, y desvelando su método de trabajo, el director insiste en los continuos ensayos, haciendo las repeticiones necesarias hasta que los actores han interiorizado sus personajes de tal modo que, cuando la escena se filma, el guión desaparece y los diálogos son otros. Son los personajes descritos quienes al fin se encarnan en las voces y los gestos de los actores. Las escenas crean un mundo propio a partir de esa escritura inicial, pero en ellas prevalece la espontaneidad por encima de todo.

La gran Marisa Paredes ha confesado públicamente en el Teatro de la Croissette esta mañana que ha sido muy enriquecedor trabajar con Rosales, y que sus ensayos han sido sorprendentes.

Expresa Jaime Rosales la intención dramática del texto, en el que subyace la idea de tragedia griega, donde la sucesión hechos-deseos-consecuencias, viene determinada por una cierta fatalidad de destino. Pero todo su trabajo, según sus propias palabras al final de la proyección se asienta sobre dos pilares: el dramatúrgico (que permite el desarrollo del conflicto y los personajes) y un segundo aspecto, esencial, que es el fílmico. La pregunta es una: ¿qué puede hacer el cine para dar vida a este conflicto?

Aquí entra en juego toda la sabiduría, todas las señas de identidad del director. Esta búsqueda de los recursos fílmicos necesarios para expresar el conflicto en Petra, mantiene fuertes vínculos con otras películas anteriores del cineasta, no sólo en la elección de los actores sino esencialmente en la obsesión confesa de Rosales por el transcurso del tiempo en aquellos lugares donde los humanos ya no están, donde ya no se comparte ese tiempo común.

Esos espacios en los que discurre el tiempo de la ausencia es un rasgo que comparte con Ozu. Porque el maestro japonés también filmaba los espacios de la intimidad vacíos; la cámara permanecía en ellos de un modo menos señalado que en el cine de Rosales. También en sus encuadres tímidos los protagonistas solos, enmarcados por las puertas de las habitaciones, continuaban silenciosamente con sus rutinas diarias.

Pero en Petra, la cámara de Rosales es además pura magia. No era necesario que lo desvelara él mismo, pero hermosamente se ha referido a “la mirada del ángel”: esa certeza de que las cosas suceden por mediación de algo que no es del todo humano, esa compañía invisible, divinidad, ángel o fantasma… Esta es su cámara. La cámara y con ella, los lugares y las cosas, que guardan eternos el secreto de la tragedia. Lo inmanente del ser frente al desastre, y cómo no, frente a los instantes amorosos tan bellos que protagonizan Bárbara Lennie y Alex Brendemühl. Toda mi admiración hacia este último, uno de los grandes actores de nuestro cine. No se la pierdan.

(1) Fragmento de las declaraciones de Jaime Rosales para el dossier de prensa

Esmeralda Barriendos para www.zinema.com

Cannes, día 2: Serebrennikov y Shawky

Arrancan las proyecciones de la sección oficial a concurso tras la resaca inaugural con el cineasta ruso Kirill Serebrennikov, que filma la emergencia de la escena rock underground soviética a través del prisma de dos de sus iconos emblemáticos. Rodada en blanco y negro, Leto también narra las esperanzas de una generación en busca de un nuevo comienzo en los albores de la Perestroika. Dos años después de Uchenik (The student), una crítica incisiva contra el fanatismo religioso presentada en la sección «Una cierta mirada«, Serebrennikov vuelve con algo un poco más ligero para narrar la eclosión de este movimiento musical del que Viktor TsoïMike Naoumenko fueron sus dos principales puntas de lanza. El rodaje de Leto tuvo que interrumpirse en sus últimos instantes, en agosto de 2017, tras el arresto y el posterior arresto domiciliario del director en Moscú por orden del poder ruso. Por otro lado, el cineasta egipcio Abu Bakr Shawky cuestiona la injusta marginación de los leprosos de su país en Yomeddine, una road-movie tragicómica repleta de historias auténticas, que cuenta la odisea de un enfermo sobre las huellas de su pasado. Tras pasar por el documental y los clips publicitarios, Abu Bakr Shawky aborda en su primer largometraje uno de los tabús de la sociedad egipcia. Rodada entre El Cairo y la frontera con Sudán, sobre las tierras remotas que bordean el río Nilo, Yomeddine basa su autenticidad en los bocetos de los retratos realizados por el cineasta en la leprosería de Abu Zaabal para su primera película: The Colony, un cortometraje documental acabado en 2008.

La Justicia permite la proyección de «El Quijote» de Guilliam en Cannes

Un Tribunal rechaza la demanda de Paulo Branco y su sociedad de producción Alfama Films Production que pretendía prohibir la proyección de The Man Who Killed Don Quixote, de Terry Gilliam, en la velada de clausura del Festival de Cine de Cannes, el próximo sábado 19 de mayo. Las exigencias de indemnización han sido desestimadas, aunque los demandantes no han dudado en difamar al Festival tanto en la prensa como en las redes sociales, afirmando que los organizadores del mismo no tenían derecho a seleccionar el filme para presentarlo al púbico de Cannes. A través de su decisión, el juez ha confirmado que el Festival no ha pretendido en ningún momento estar por encima de la ley ni ha intentado imponerse por la fuerza.

Cannes 18: «Dead Souls», de Wang Bing (fuera de concurso)

En la provincia de Gansu, en el noroeste de China, los huesos de innumerables prisioneros fallecidos a causa del hambre hace más de sesenta años están esparcidos por el desierto del Gobi.

Tachados de “ultra-derechistas” durante la campaña política contra algunas gentes conservadoras en 1957, la inmensa mayoría murió en los campos de concentración, -denominados por el poder como campos de “reeducación”- en Jiabiangou y Mingshui.

La película, tan hermosa y tan dolorosa a un tiempo, nos propone un encuentro con los supervivientes de la barbarie: quiénes fueron estos desconocidos que narran ante la cámara las penurias que sufrieron, y cuál fue su desgraciado destino.

Este encuentro con el espectador fue filmado por el maestro Bing a lo largo del tiempo; al menos más de una década transcurre entre algunas de las entrevistas y su proyección hoy. Uno de los protagonistas, fue internado en uno de los campos exactamente tal día como hoy, -el de la proyección en el Festival de Cannes 2018-, hace 50 años.

Filmado con ese amor y esa cercanía de la que fueron precedentes, – al menos para la que esto escribe- los retratos de mujeres que registró la cámara de Alain Cavalier, las ocho horas de proyección transcurren en un estado de revelación del que sólo cierto cine es capaz; terroríficas son las descripciones de la mayoría de los supervivientes, salvados en su mayoría por trabajar en las cocinas, donde robaban un poco más de alimento, cantidades miserables.

La cámara de Bing les otorga el tiempo necesario para que sean sus gestos, sus rostros, los que nos sacudan con esa verdad del ser humano en su intimidad más impúdica y vulnerable. Así, la confesión no se limita en realidad a una exposición de los hechos, sino una suerte de almas desnudas.

Era tanto el hambre que los propios internos, que terminaban por dormir en pequeñas cuevas (trogloditas, eremitas) excavadas con sus propias manos, ocultaban la muerte de sus compañeros para obtener una ración extra de alimento. Esta declaración es en cierto modo similar a la del tirano de la gran novela de Gogol, Almas Muertas, de la que quizás toma el nombre sin saberlo. Aunque con un fin muy distinto, el Kane de Gogol compraba los nombres de los campesinos muertos para que el estado le asignara una extensión mayor de terreno.

Me invade una sensación extraña, por partida doble. Todos estos ancianos hablan de su suerte, puesto que salieron con vida de semejantes actos de crueldad. Pero cuando la cámara de Bing los muestra hoy, nos desvela que todos han muerto, que este discurso tan intensamente doloroso, tan revelador de una deshumanización absoluta, ha concluido para siempre. “La vida es un circo”, afirma uno de ellos.

Por otra parte, el film muestra con certeza que la fuerza del pensamiento de algunos de los supervivientes mantiene una estrecha relación causa-efecto con el hecho de seguir con vida: la mente vuela por encima de los acontecimientos. Esas declaraciones extraordinarias tan vinculadas al pensamiento mágico, – a la fe, al destino, al amor-, son las que les han permitido volver a estar hoy aquí, en la sala de la Soixantième de Cannes, entre nosotros. Perdurarán en nuestra memoria.

Esmeralda Barriendos para www.zinema.com

Cannes 18: «A Ilha dos Amores» (1982), de Paulo Rocha (Cannes Classics)

Treinta y seis años después de la proyección de 1982, que fue decisiva para la película y para la trayectoria de su autor, A Ilha dos Amores (La Isla de los Amores) vuelve a Cannes como un “clásico”. Hay que celebrar este regreso, recordando su modernidad radical y ese gesto inmenso de cine poético que subraya tanto la singularidad de un contexto (el cine portugués en los años siguientes a “la revolución de los claveles” y las creaciones auténticamente libres de algunos de sus principales cineastas) como la filmografía extraordinaria de su autor.

Esta proeza cuya preparación duró una década y media, es el punto de partida de los caminos que constituyen la base de la obra de Paulo Rocha, fundador del “Cinema Novo” portugués que desde su origen se sintió atraido por las pulsiones al límite de la cultura popular por una parte, y por otra, por la cultura asiática, principalmente la japonesa.

Rodada en Japón y Portugal, preparada durante más de una década, el autor trata en esta película la vida y obra de una de las figuras históricas que más le atraían, el escritor y oficial de marina Wenceslao de Moraes (muerto en Japón en 1929). Es decir, tal y como sucede con frecuencia en el cine de Rocha, alguien que representa una ambición humana y cultural que no se restringe a las fronteras del propio país, y permite al cineasta afrontar tensiones propias, siempre dividido entre sus fuertes raíces locales y la necesidad de alejamiento de las mismas.

Es uno de los ejemplos de puesta en escena, de dirección rigurosa y sofisticada de Rocha, así como uno de los grandes trabajos del actor Luis Miguel Cintra, un gran nombre del teatro portugués de las últimas décadas; su cuerpo y su voz se hallan en el corazón del cine portugués de la modernidad.

Traducción del texto introductorio de José Manuel Costa. Director de la Cinemateca Portuguesa-Museu do Cinema.

Esmeralda Barriendos para www.zinema.com

Galería Cannes 2018

Beatriz Moreno
P H O T O G R A P H E
T (+33) 789 030 888
beatriz-moreno.format.com

Comienza el 71º Festival de Cannes

La 71 edición del Festival de Cine de Cannes comienza con la producción española español Todos lo saben, dirigida por el iraní Asghar Farhadi y protagonizada por Javier Bardem, Penélope Cruz, Ricardo Darín, Eduard Fernández y Bárbara Lennie, que desfilan por la alfombra roja. El escándalo Weinstein que sigue latiendo y podría ser la consecuencia del significativo acento feminista de esta edición; la ausencia de Netflix en la sección oficial; la prohibición de hacerse selfies en la alfombra roja y la nueva normativa para la prensa acreditada en favor del público marcan el arranque de la presente edición. La presencia de producciones españolas alcanza un mayor protagonismo este año con sendas películas en la inauguración, Todos lo saben, y clausura, El hombre que mató a Don Quijote, de Terry Gilliam. Fuera de competición se estrena Un día más con vida, del español Raúl de la Fuente y el polaco Damian Nenow, y a la Quincena Jaime Rosales, llega Petra, mientras que Arantxa Echevarría presenta Carmen y Lola, los amores lésbicos de dos chicas gitanas. El jurado, presidido por la actriz Cate Blanchett y con mayoría de representación femenina, está conformado por las actrices Kristen Stewart y Léa Seydoux, la guionista Ava DuVernay y la cantante Khadja Nin; así como el actor Chang Chen y los directores Andrei Zviaguintsev, Denis Villeneuve y Robert Guédiguian. Édouard Baer, excéntrico maestro de ceremonias, marca el tono del certamen con una edición que se presenta fresca y sorprendente. En el programa: 21 películas, 14 nacionalidades, nuevos rostros y homenajes a los grandes del cine.

Sección oficial CANNES 2018

  • Ahlat Agaci, del Nuri Bilge Ceylan
  • Ash Is Purest White, de Jia Zhang-Ke
  • At War, de Stéphane Brizé
  • Ayka, de Sergey Dvortsevoy
  • BlacKkKlansman, de Spike Lee
  • Burning, de Lee Chang-dong
  • Capernaum, de Nadine Labaki
  • Cold War, de Pawel Pawlikowski
  • Dogman, de Matteo Garrone
  • Girls of the Sun, de Eva Husson
  • Lazzaro Felice, de Alice Rohrwacher
  • Le Livre d’Image, de Jean-Luc Godard
  • Netemo Sametemo: Asasko I & II, de Ryusuke Hamaguchi
  • Shoplifters, de Kore-Eda Hirokazu
  • Sorry Angel, de Christophe Honoré
  • Summer, de Kirill Serebrennikov
  • Three Faces, de Jafar Panahi
  • Un couteau dans le coeur, de Yann González
  • Under the Silver Lake, de David Robert Mitchell
  • Yomeddine, de A.B. Shawky

Cannes denuncia intimidaciones del productor Paulo Branco por el Quijote de Terry Gilliam

El Festival de Cine de Cannes se posiciona en favor del director británico Terry Gilliam en el conflicto que mantiene con el ex productor Paulo Branco, y denunció las «intimidaciones» de este para que El hombre que mató a Don Quijote no se proyecte en la clausura del certamen. Alfama Films, controlada por Branco y antigua productora del proyecto de Gilliam, ha solicitado al juez que prohíba la exhibición del filme porque, en su opinión, viola los derechos de difusión de la obra. El Festival, según el comunicado firmado por su presidente, Pierre Lescure, y su delegado general, Thierry Frémaux, «respetará la decisión» del tribunal que resolverá sobre esta demanda el próximo 7 de mayo «sea cual sea«, pero reitera su apoyo a Gilliam. Los representantes del certamen destacan que los abogados de Branco les han prometido una «derrota deshonrosa«, y dijeron que la única derrota «sería ceder a la amenaza«. Paulo Branco, por su parte, afirma que «el Festival de Cine de Cannes no está por encima de la ley y la virulencia y agresividad mostrada no cambiará nada«, en un comunicado enviado por su productora Alfama Films, con sede en París. Branco recuerda que ya hay tres decisiones judiciales favorables a su versión y refuta que haya intimidado a nadie por el hecho de recurrir a los tribunales. El productor juzga además «indecente» que Cannes haya comparado la situación de Gilliam con la de directores perseguidos en sus países por su forma de pensar.

Kenia prohíbe «Rafiki» que se presentará en «Una cierta mirada» de Cannes

Las autoridades kenianas han prohibido el estreno de una película cuya trama gira en torno a una historia de amor entre dos mujeres y que se estrenará en el Festival de Cine de Cannes, dentro de la sección «Una cierta mirada» y han justificado su decisión con el argumento de que la cinta promociona el lesbianismo. El filme, titulado Rafiki, una palabra que significa «amigo» en suajili, se convirtió esta semana en la primera película keniana en recibir una invitación para participar en el prestigioso festival de cine francés. Sin embargo, el Consejo de Clasificación de Películas de Kenia ha anunciado este viernes que prohíbe su estreno. «Cualquier persona a las que las autoridades encuentren en posesión de una copia de esta película estará violando la ley«, asegura el Consejo en un mensaje de Twitter. Para implementar esta medida, el organismo se ha basado en una ley de la época colonial bajo la cual el sexo entre personas del mismo sexo está penado con hasta 14 años de cárcel. «Estoy bastante decepcionada ya que los kenianos ya tienen acceso a contenido LGBT en Netflix y en filmes extranjeros y el contenido en sí está permitido por la clasificación del Consejo«, se lamenta la directora de la película, Wanuri Kahiu. «Así que el hecho de que prohíban una película keniana porque trata un tema que está teniendo lugar en la sociedad parece una contradicción«, añade la cineasta.

Todas las novedades de Cannes Classics 2018

Cannes Classics continúa su trabajo de exploración de la historia del cine, con documentales producidos en 2018 y largometrajes presentados por productores, distribuidores, fundaciones, cinematecas, propietarios de derechos que trabajan por preservar el pasado para revivirlo en el presente, al proyectar películas del patrimonio en versión restaurada 2K y 4K o una recreación fotoquímica excepcional. Los protagonistas de la presente edición serán dos mujeres de la historia del cine, Alice GuyJane Fonda, los 50 años de 2001: Una odisea del espacio vistos por Christopher Nolan, un ensayo de Mark Cousins sobre Orson Welles, el homenaje a Bergman de Margarethe von Trotta, Fernando SolanasLa hora de los hornos: Notas y testimonios sobre el neocolonialismo, la violencia y la liberación, el reestreno de Cinq et la peau de Pierre Rissient, el patrimonio africano, tesoros desconocidos y obras maestras reconocidas. La mayoría de las películas se proyectarán en la sala Buñuel, la sala Soixantième o en el Cine de la Playa. Todas las proyecciones serán presentadas por directores, artistas o responsables de las restauraciones, o bien por profesionales procedentes de los archivos o de las cinematecas.

Christopher Nolan presenta «2001: Odisea del espacio» por su 50 aniversario

Para celebrar el 50 aniversario de la película de Stanley Kubrik 2001: Odisea del espacio, Christopher Nolan, director de Dunkerque, presenta una restauración de la famosa cinta de ciencia ficción tomada de los negativos originales de la película de 1968. De esta forma, el director británico ha conseguido una versión en alta resolución que se proyectará el próximo 12 de mayo en el Festival de Cine de Cannes. En la web del filme, Nolan deja un comunicado en el que asegura que «esta impresión de 70 mm surgió de nuevos elementos de impresión a partir de los negativos originales» y añade que es una » verdadera recreación de los negativos«. Después de su proyección en Cannes, el filme iniciará una gira por Estados Unidos aunque todavía se desconocen las fechas y los lugares de proyección de la misma.

Lars Von Trier vuelve a Cannes

El director danés Lars von Trier, que en 2011 fue declarado por el certamen «persona non grata» por sus comentarios sobre Hitler en la rueda de prensa de presentación de su filme Melancholia, volverá en esta edición del Festival de Cine de Cannes con un filme fuera de competición. El cineasta presentará The house that Jack built, una cinta de horror psicológico protagonizada por Matt Dillon y Uma Thurman. El avance de su vuelta en la 71 edición, que se celebrará entre los próximos 8 y 19 de mayo, se produce dentro del anuncio de los filmes que completarán la selección oficial. En competición, se añaden Un couteau dans le coeur, del francés Yann González, con Vanessa Paradis; Ayka, del kazajo Sergey Dvortsevoy, y Ahlat Agaci, del turco Nuri Bilge Ceylan, Palma de Oro en 2014 por Winter Sleep. La competición contará en total con 21 filmes.

«El Quijote» de Terry Gilliam clausurará el Festival de Cannes

El hombre que mató a Don Quijote, la película maldita de Terry Gilliam, clausurará de su 71º edición del Festival de Cine de Cannes fuera de concurso el 19 de mayo. El filme, que se rodó en parte en Fuerteventura el pasado 2017, en los municipios de La Oliva y Tuineje, y en el que participa la productora española Tornasol Films, presenta a Jonathan Pryce en el papel de Don Quijote de la Mancha y a Adam Driver como su fiel escudero Sancho Panza, pero su trama borda un trasunto metacinematográfico de los propios avatares de Gilliam en el rodaje. Gilliam comenzó a trabajar en una versión libre de la obra cumbre de Cervantes a finales de los 90, pero una sucesión de catastróficas desdichas se confabuló en su contra en el transcurso de los años, desde desacuerdos económicos a batallas legales, contratiempos con los sets y hasta una doble hernia discal de quien iba a ser su actor principal, el francés Jean Rochefort.

El ruso Serébrennikov no podrá acudir a Cannes

El director ruso de cine y teatro Kiril Serébrennikov no podrá acudir al Festival de Cine de Cannes, donde competirá por la Palma de Oro con Leto (El verano), debido a que la Justicia prolonga su arresto domiciliario hasta el 19 de julio. Un tribunal de Moscú satisfiza así las demandas de la Fiscalía y del Ministerio de Cultura contra Serébrennikov, cuyo arresto concluía mañana, jueves. Previamente, las autoridades únicamente permitieron al director abandonar su arresto en febrero pasado para asistir al funeral de su madre. El director del certamen francés, Thierry Frémaux, podría pedir en los próximos días al presidente ruso, Vladímir Putin, que permitiera al director acudir a Cannes. Serébrennikov, que fue detenido en agosto de 2017 y ha recibido el apoyo de numerosas personalidades de la cultura rusas y extranjeras, niega las acusaciones, que considera una «tremenda injusticia«.

Cannes completa su jurado oficial

Frente a una competición con un perfil renovado, que presenta cineastas que acuden por primera vez, el jurado de la próxima edición del Festival de Cine de Cannes, que se celebrará del 8 al 19 de mayo, estará formado por cinco mujeres y cuatro hombres, procedentes de siete nacionalidades y cinco continentes, bajo la presidencia de Cate Blanchett. Le acompañarán en las deliberaciones a Blanchett la directora y productora estadounidense Ava DuVernay, la autora, compositora y cantante de Burundi Khadja Nin, y dos actrices, la estadounidense Kristen Stewart y la francesa Léa Seydoux, que recibió la Palma de Oro en 2013 por La vida de Adèle. También formarán parte el actor taiwanés Chang Chen y tres directores, el ruso Andrey Zvyagintsev, el francés Robert Guédiguian y el canadiense Denis Villeneuve.

Rosales y Echevarría en la Quincena de los Realizadores

Los cineastas españoles Jaime Rosales y Arantxa Echevarría figuran entre los seleccionados para la próxima edición de la Quincena de Realizadores, integrada dentro de Festival de Cine de Cannes, y que este año celebra su 50ª edición. Se trata de la quinta participación de Rosales en el Certamen tras debutar en 2003 con su primer largometraje, Las horas del día. En esta ocasión exhibirá Petra, filme protagonizado por Bárbara Lennie, Àlex Brendemühl y Marisa Paredes, que narra la historia de una búsqueda convertida en tragedia, un camino cruel y sin retorno hacia la verdad que desata una espiral de maldad, secretos familiares y violencia para sus protagonistas. Según los organizadores del certamen ha sido seleccionada porque ofrece «una visión inédita de España«. Por su parte, la bilbaína Echevarría proyectará su ópera prima, Carmen y Lola, un filme de amor entre dos adolescentes gitanas que luchan por sacar adelante su relación a pesar de las discriminaciones sociales en una cultura donde la homosexualidad es un tabú.

Largometrajes seleccionados

  • Pájaros de verano, de Ciro Guerra & Cristina Gallego (inauguración)
  • Amin, de Philippe Faucon
  • Climax, de Gaspar Noé
  • Carmen y Lola, de Arantxa Echevarria
  • Cómprame un revólver, de Julio Hernández Cordón
  • Les Confins du monde, de Guillaume Nicloux
  • El motoarrebatador, de Agustín Toscano
  • En liberté!, de Pierre Salvadori
  • Joueurs, de Marie Monge
  • Leave No Trace, de Debra Granik
  • Los silencios, de Beatriz Seigner
  • The Pluto Moment (Ming Wang Xing Shi Ke), de Ming Zhang
  • Mandy, de Panos Cosmatos
  • Mirai, de Mamoru Hosoda
  • Le Monde est à toi, de Romain Gavras
  • Petra, de Jaime Rosales
  • La Strada dei Samouni, de Stefano Savona
  • The Load, de Ognjen Glavonic
  • Dear Son, de Mohamed Ben Attia
  • Troppa grazia, de Gianni Zanasi (clausura)

La Semana de la Crítica anuncia su selección

La 57 Semana de la Crítica anuncia los siete títulos que conformarán la sección oficial de este año y que se celebrará del 9 al 17 de mayo durante el 71 Festival de Cine de Cannes. El delegado general Charles Tesson anuncia las películas en competición, cinco de ellas óperas primas, que serán juzgados por el jurado presidido por Joachim Trier. La selección del 2018 cuenta con cuatro largometrajes fuera de competición: Shéhérazade, del francés Jean-Bernard Marlin y Nos bataille,s del belga Guillaume Senez que se verán en dos proyecciones especiales, mientras que Wildlife, el debut como director del actor estadounidense Paul Dano, será la película de inauguración, y la comedia Guy, del francés Alex Lutz, la de clausura.

Competición

  • Chris the Swiss, de Anja Kofmel (Suiza, Croacia, Alemania, Finlandia)
  • Diamantino, de Gabriel Abrantes & Daniel Schmidt (Portugal, Francia, Brasil)
  • One Day, de Zsófia Szilágyi (Hungría),
  • Fugue, de Agnieszka Smoczyńska (Polonia, República Checa, Suecia)
  • Woman at War, de Benedikt Erlingsson (Islandia, Francia, Ucrania)
  • Sauvage, de Camille Vidal-Naquet (Francia)
  • Sir, de Rohena Gera (India, Francia)

 

Cannes anuncia su sección oficial

Jean-Luc Godard figura entre los seleccionados dentro de la sección oficial de la 71 edición del Festival de Cine de Cannes. El delegado general del certamen, Thierry Frémaux, señala en la rueda de prensa que Godard presentará Le livre d’image en una edición en la que el cartel es una escena de otra de sus película, Pierrot el loco. También destaca la presencia de Jia Zhang-Ke, con Ash Is Purest White; Spike Lee, con BlacKkKlansman; Hirokazu Kore-Eda, con Shoplifters; y Jafar Panahi, con Three Faces. Los organizadores visionaron un total de 1906 largometrajes para hacer su criba y, según Frémaux, el conjunto refleja bien la vitalidad del arte cinematográfico. La edición de este año ha estado marcada por la decisión de Cannes de que los filmes de plataformas audiovisuales solo puedan estar presentes en los apartados de fuera de competición a no ser que estrenen sus proyectos en salas de cine de Francia. Esto llevó este miércoles a Netflix a anunciar que no exhibirá sus películas este año, alegando su voluntad de que sus películas estén en igualdad de condiciones que el resto. La 71 edición del certamen se celebrará entre los próximos 8 y 19 de mayo y el jurado de su competición oficial estará presidido por la actriz y productora australiana Cate Blanchett.

Sección oficial CANNES 2018

  • Ash Is Purest White, de Jia Zhang-Ke
  • At War, de Stéphane Brizé
  • BlacKkKlansman, de Spike Lee
  • Burning, de Lee Chang-dong
  • Capernaum, de Nadine Labaki
  • Cold War, de Pawel Pawlikowski
  • Dogman, de Matteo Garrone
  • Girls of the Sun, de Eva Husson
  • Lazzaro Felice, de Alice Rohrwacher
  • Le Livre d’Image, de Jean-Luc Godard
  • Netemo Sametemo: Asasko I & II, de Ryusuke Hamaguchi
  • Shoplifters, de Kore-Eda Hirokazu
  • Sorry Angel, de Christophe Honoré
  • Summer, de Kirill Serebrennikov
  • Three Faces, de Jafar Panahi
  • Under the Silver Lake, de David Robert Mitchell
  • Yomeddine, de A.B. Shawky

Netflix rompe con Cannes

Después de que Thierry Frémaux, director del Festival de Cine de Cannes, anunciase que Netflix no podría participar en la sección oficial, la plataforma de streaming rompe relaciones definitivamente con el Certamen. La ruptura se confirma en una entrevista en la revista especializada Variety, en la que el director de contenidos de Netflix,Ted Sarandos, asegura que la compañía retirará todas las producciones previstas para esta 71 edición, que se celebrará del 8 al 19 de mayo y cuya selección oficial se conocerá mañana jueves, debido a la estricta reglamentación del certamen francés. En la conversación, Sarandos se refiere en concreto a la nueva regla decretada por el certamen que impide que un filme que no haya sido estrenado en los cines de Francia pueda participar en la competición. La polémica renace un año después de que la plataforma fuera duramente criticada por presentar al certamen dos cintas (Okja, de Bong Joon-ho y The Meyerowitz Stories, de Noah Baumbach) que se estrenaron con su protocolo habitual: prioridad absoluta del lanzamiento online, y debut en salas muy reducido o casi inexistente. Netflix dice no tener inconveniente en estrenar sus producciones en las salas francesas, pero no a que haya un plazo de 36 meses para que estén disponibles en streaming, lo que es impensable para la forma de actuar del servicio estadounidense y su modelo de negocio.

Netflix se planta ante el Festival de Cannes

Netflix amenaza con no participar este año en el Festival de Cine de Cannes después de que el certamen modificara su normativa, exigiendo a todas las películas que contasen con distribución en salas francesas El 12 de abril Cannes anunciará las películas que conformarán su sección oficial y queda por ver la forma en que se resolverá esta nueva polémica, sobre todo teniendo en cuenta cómo la plataforma de vídeo en streaming está atrayendo cada vez a más cineastas de primer nivel. El año pasado, Netflix contó con dos películas entre las candidatas a llevarse premios en Cannes: The Meyerowitz Stories, de Noah Baumbach y Okja, de Bong Joon-Ho. El director ejecutivo de Netflix, Reed Hastings, se ha pronunciado al respecto de la polémica en Facebook: «El cierre del Festival ha sido en nuestra contra. Puedes ver Okja en Netflix, una película magnífica que los cines quieren bloquearnos para que no seamos competencia en Cannes«.

» Todos lo saben», de Asghar Farhadi inaugurará Cannes

El nuevo filme del director iraní Asghar Farhadi, Todos lo saben, inaugurará el próximo 8 de mayo la 71ª edición del Festival de Cine de Cannes. La película está protagonizada por Penélope Cruz, Javier Bardem, Ricardo Darín y Eduard Fernández y es el segundo título rodado en castellano en inaugurar el festival después de que La mala educación, de Pedro Almodóvar, hiciera lo propio en 2004. Farhadi, que rodó la película en diferentes localizaciones de Madrid ya había presentado anteriormente dos películas en competición en la Croisette, El viajante en 2016 y El pasado en 2013. La película relata la historia de Carolina, quien viaja con su familia desde Buenos Aires a su pueblo natal en España para una celebración. Lo que iba a ser una breve visita familiar se verá trastocada por unos acontecimientos imprevistos que cambiarán por completo sus vidas. El Certamen se celebrará del 8 al 19 de mayo y en su 71ª edición el jurado estará presidido por Cate Blanchett. Así mismo, se anuncia que el actor Benicio del Toro presidirá el jurado de la sección «Una cierta mirada».

Cannes celebra los 50 años de «2001: Una odisea del espacio»

Cannes Classics presentará, en primicia mundial, la versión original en 70mm de la película de Stanley Kubrick que revolucionó la ciencia ficción, 2001: Una odisea del espacio. La proyección, que tendrá lugar el sábado 12 de mayo de 2018, será presentada por Christopher Nolan. Miembros de la familia de Stanley Kubrick también asistirán a la proyección; entre ellos, su hija Katharina Kubrick y su coproductor de toda la vida y cuñado, Jan Harlan. Christopher Nolan también participará en una clase magistral el domingo 13 de mayo de 2018, en el transcurso de la cual abordará su filmografía y compartirá su pasión por la singular obra de Stanley Kubrick. Por primera vez desde su estreno inicial, se ha confeccionado una copia nueva en 70mm a partir de elementos del negativo original. Se trata de una recreación fotoquímica fiel, sin retoques digitales, efectos remasterizados o modificaciones de montaje. La que se presentará será la versión original, con el objetivo de recrear la experiencia cinematográfica que vivieron los primeros espectadores de la película hace 50 años.

La crítica muestra su malesar con Cannes

La crítica internacional manifiesta su preocupación ante la posibilidad de que en la 71 edición del Festival de Cine de Cannes los filmes en competición por la Palma de Oro no se puedan ver antes del estreno. La Federación Internacional de Críticos de Cine (Fipresci) se suma a la inquietud ya expresada por el sindicato francés de críticos sobre el posible fin de las proyecciones previas para la prensa en el Certamen, que en su opinión dificultará su labor. Fipresci publica una carta dirigida a los organizadores para hacerse eco de la preocupación de sus asociaciones miembro, representantes de 52 países. «¿Podrían ser tan amables de informarnos con detalle sobre cómo serán programadas las proyecciones de prensa este año?«, pide Fipresci en la misiva dirigida a Thierry Frémaux, delegado general del Festival, y al servicio de prensa del certamen. Los críticos «deben ser informados lo más rápidamente posible con el fin de adaptarse a los cambios y tomar las medidas» necesarias para no retrasar la difusión de sus artículos, reza la carta. Alin Tasciyan, presidenta de la Fipresci, sugiere en ella «imponer un embargo» para la publicación de artículos sobre las películas que se estrenan diariamente, de manera que se puedan mantener las proyecciones previas para la prensa.

Netflix no podrá competir por la Palma de Oro en Cannes

El director del Festival de Cine de Cannes, Thierry Fremaux, confirma que Netflix no podrá competir por la Palma de Oro en Cannes. «A la gente de Netflix le encantó la alfombra roja y le gustaría estar presente con otras películas. Pero entienden que la intransigencia de su propio modelo es en estos momentos el opuesto al nuestro«, explica Fremaux en declaraciones a The Hollywood Reporter. Así mismo, señala que tanto Netflix como otras plataformas de streaming podrán presentar sus proyectos en el marco del prestigioso festival, pero siempre fuera de competición. Una decisión que llega después de que el año pasado se formase un gran revuelo cuando la dirección permitió entrar en competición a cintas como Okja, de Bong Joon-ho, o The Meyerowitz Stories, de Noah Baumbach. «El año pasado, cuando seleccionamos estas dos películas, pensé que podría convencer a Netflix para lanzarlas en los cines. Yo era presuntuoso… Se negaron«, confiesa Fremaux admitiendo que subestimó las pretensiones de Netflix.

El Festival de Cannes prohíbe los selfies en la alfombra roja

El Festival de Cine de Cannes decidido prohibir los selfies en los desfiles por la alfombra roja que preceden a la proyección de las películas más esperadas de cada edición, según anuncia su delegado general, Thierry Frémaux. Hace tres años, Frémaux pidió públicamente que las estrellas e invitados que pasaran por la alfombra roja no se unieran a esa costumbre «extremadamente ridícula y grotesca«, que además ralentizaba el estricto horario de la organización. Frémaux lamentó entonces que quienes pasaban por la alfombra se pararan cada dos metros «para hacerse una foto de sí mismos«, pero dado que su recomendación no tuvo el efecto deseado, ahora ha decidido prohibir esta práctica, según señala el responsable de Cannes en una entrevista publicada hoy por la revista Le Film Français. La edición de este año contará con más novedades, como el adelanto de su comienzo en un día (el martes) para que así los premios se entreguen en sábado y no en domingo como hasta ahora, lo que dará más visibilidad a la gala. También eliminará los pases para la prensa y público antes del estreno de las películas por la noche, de forma que esa proyección de gala, precedida por el desfile por la alfombra roja, sea el estreno mundial del filme.

Cate Blanchett presidirá el jurado del 71º Festival de Cannes

La actriz Cate Blanchett será la encargada de presidir el jurado en el Festival de Cine de Cannes, que se celebrará del 8 al 19 de mayo. La artista australiana sucederá así al director español Pedro Almodóvar, que presidió el Certamen el año pasado. Blanchett es la duodécima mujer presidente del jurado de Cannes, cuatro años después de la realizadora neozelandesa Jane Campion (la única directora en ganar una Palma de Oro en toda la historia del festival). «Voy a Cannes desde hace años como actriz, como productora, para las noches de gala y por las sesiones de competición, incluso por el mercado. Pero todavía no había ido por el mero placer de aprovechar la abundancia de películas de este gran festival«, declara la actriz en un comunicado. «Estamos muy felices de acoger a una artista singular cuyo talento y convicciones irrigan las pantallas de cine y los escenarios de teatro. Nuestras conversaciones, este otoño, avanzan que será una presidenta comprometida, una mujer apasionada y una espectadora generosa«, afirman Pierre Lescure, presidente del Festival, y Thierry Frémaux, delegado general.

Cannes 2017: «Belle de jour», de Luis Buñuel

INTRODUCCIÓN A BELLE DE JOUR
Por Jean-Claude Carrière

En 1966, los hermanos Hakim, unos conocidos productores “comerciales” propusieron a Luis Buñuel la adaptación de la novela de Joseph Kessel, “Belle de jour”. Buñuel me explicó sus dudas en una larga carta, pero finalmente aceptó. Algunos de mis amigos se extrañaron mucho de que aceptase, Louis Malle especialmente. ¿Qué busca Buñuel en esa novela de tres al cuarto(1)?

Cuando comenzamos a trabajar en ello, sabíamos que nos aventurábamos, (nosotros, dos hombres, uno de ellos español) en el poco transitado territorio del erotismo femenino, ese campo que Freud denominó “el continente negro”. Y sabíamos que corríamos el riesgo de perdernos.

Desde el primer momento, vimos el peligro, era evidente. Tuvimos la precaución de documentarnos, visitando algunas casas de citas, en Madrid fundamentalmente, para hablar con las encargadas, las jefas. No se hicieron de rogar y nos facilitaron ejemplos de burguesas insatisfechas que acudían a ellas a primera hora de la tarde.

Al mismo tiempo, se perfilaba la idea de que Séverine, el personaje principal que interpreta Catherine Deneuve, se alimentaba de sus fantasmas, y debíamos mostrarlos (algo que no se halla en la novela), aún sabiendo que no teníamos derecho a inventarlos.

Por ello, preguntamos a algunas mujeres de nuestro entorno, y a algunas de ellas, incluso entre nuestras amigas más cercanas, nos confiaron sus deseos más secretos. Es cierto que hicimos una elección, pero puedo asegurar que todos los fantasmas de la película fueron relatados por mujeres.

En cambio, respecto a la “realidad”, -la vida de pareja de Séverine, las relaciones con sus amigos, el desarrollo general de la intreiga-, hicimos muy pocos cambios. La extraña atmósfera de la película se debe quizás al contraste entre una realidad de novela barata, y en consecuencia, irreal, convencional, falsa, y la verdad brutal de los fantasmas. Lo “verdadero” es falso y lo imaginario es verdadero.

Respecto a la famosa “cajita”, que nos ha valido tantas y tantas preguntas, cada uno coloca en su interior lo que quiere, por supuesto.

Cabe añadir que las técnicas modernas, cada vez más perfeccionadas, permiten dar a la película una nueva profundidad, una nueva densidad, sin que sufra la belleza de la imagen. Es un poco como si una luz inesperada viniera a iluminar esta historia ya clásica. Es como si Séverine volviera a arriesgarse para intentar sofocar por fin su deseo.

UNA RESTAURACIÓN EN 4K PARA CELEBRAR EL 50 ANIVERSARIO DE BELLE DE JOUR.

La restauración de las imágenes de Belle de Jour se realizó en 4k desde el negativo original. La resolución 4k permite restituir todas la información de la película en 35 mm y volver a encontrar en la pantalla grande la delicadeza y la elegancia de la fotografía de Sacha Vierny.

El sonido también ha sido restaurado a partir de la mezcla original en 35mm.

Los trabajos realizados por el laboratorio Hiventy bajo la supervisión de Studiocanal han durado cuatro meses, gracias al apoyo del CNC (Centro Nacional del Cine y de la Imagen Animada), de la Cinemateca Francesa, de los Fondos Culturales Franco-Americanos y de la firma Yves Saint Laurent.

 

ALGUNAS CITAS SOBRE BELLE DE JOUR

“Cuando Buñuel me propuso este papel, lo acepté sin dudarlo, pero también fue algo temerario, algo arriesgado. Tenía 23 años. Para todo el mundo, yo era la jovencita romántica de “Los Paraguas de Cherbourg”. La película me hizo caer en esa zona indefinida en la que nunca se sabe si una mujer es una virgen o una puta. Hoy en día, la gente me mira como si todavía hubiera en mí algo de Belle de Jour. Debo confesar que no lo lamento en absoluto.” Catherine Deneuve, Télérama, 1996

“Como Buñuel también es un poeta, para contar esta infernal historia descubre una belleza y una soltura extraordinarias. Delira entre el sueño y la realidad, del modo más natural, sin que entre ambos sintamos el más mínimo roce, permitiendo al espectador la mayor de las libertades. Esta libertad es la que asustará a los espíritus timoratos”
Janick Arbois, Télérama, 1967

“Luis Buñuel ha creado una película eminentemente elegante que es una hermosa evasión de la realidad para el espectador. En el centro mismo del film, Catherine Deneuve emana una sexualidad tan sofisticada que uno se sumerge completamente en su quizás peligrosa aventura” BBC, 2000.

“Sigo pensando que Belle de Jour es una de las mejores películas que se han filmado nunca”. William Friedkin en The Erotic Thriller in Contemporary Cinema, de Linda Ruth Williams, Indiana University Press, 2005.

“Belle de Jour es a la vez una película encantadora, perversa, hilarante y poética”. Martin Scorsese.

“La película que sin duda alguna ha sido más importante para ella es Belle de Jour. Este film coincidía maravillosamente con la personalidad algo secreta de Catherine y los sueños del público. Era una película asombrosamente misteriosa que se le ajustaba de manera perfecta…”
François Truffaut en Catherine Deneuve por Philippe Barbier y Jacques Moreau, Ediciones Pac, 1984.

Festival de Cannes 2017
Del dossier de prensa de la restauración de la película
Traducción del francés: Esmeralda Barriendos para www.zinema.com