«Everything will be OK», por Adriana Rojas Espitia

Everything will be OK, por Adriana Rojas Espitia

¿Qué hacer frente a los opresores? No habrá una única respuesta, serán muchas, y entre esas está la película Everything Will be ok del cineasta Rithy Panh.

Rithy Panh no podrá olvidar el sufrimiento que vivió bajo la dominación de los Jemeres rojos y lo que padeció durante su cautiverio; sus películas son radicalmente políticas y están marcadas por el tema de la memoria; su obra es entonces una respuesta contra el totalitarismo, y en la que habla de la dominación y de la deshumanización con total propiedad; en parte, porque conoce cómo funcionan los sistemas opresivos, y porque lleva tras de sí la marca de ser exiliado y de haber sufrido un régimen que es bien conocido como el genocidio de Pol Pot en Camboya.

Su último trabajo, Everything Will be ok, ganador del Oso de Plata por la Contribución Artística en el 72 Festival Internacional de Berlín 2022, y que pudo apreciarse en el 61 Festival Internacional de Cine de Cartagana FICCI, es una obra que descompone a un espectador desprevenido y que esté buscando algo entretenido. Por el contrario, Panh en este trabajo le exige  mucho al espectador, a su vez que lo convida a que se deje sumergir en un relato que no es ajeno a lo que ha sido la historia de la humanidad: sometimiento, genocidio, dominación, exterminio, control social, destrucción. Presentándonos por lo tanto algo que ya conocemos, el asunto central es cómo Panh aborda este relato, creando un mundo dominado por bestias, animales tan crueles como nosotros que ahora tienen sometidos a los humanos, lo cual nos recuerda la novela de George Orwell: “Rebelión en la granja”.

El documental Everything Will be ok hace una crítica a lo que los regímenes políticos constantemente han hecho con la población en diferentes partes del mundo y en diferentes momentos de la historia de la humanidad. El título es un acto de resistencia y claramente es un homenaje a la joven Kyal Sin asesinada por los militares en Myanmar – Birmania, quienes abrieron fuego sobre la población durante la manifestación del 3 de marzo de 2021, en la cual los ciudadanos pedían el restablecimiento de la democracia, y en la que fue asesinada de un tiro en la cabeza esta joven, que tenía puesta una camiseta con el mensaje: Everything Will be ok.

Panh crea en Everything will be ok un mundo de dominación, con figuras de arcilla, de animales dictadores, bajo una narración que nos recuerda a la voz en off de Sin sol de Chris Marker; voz en off que en este caso es también la de una mujer, la de actriz Rebecca Marder.

En este filme ensayo Panh vuelve a emplear elementos que ya había usado en trabajos como La imagen perdida (2013), en el que utilizó muñecos de arcilla, así como también imágenes de archivo, elemento que estuvo presente en su documental Exile (2016), en el que como su nombre lo indica, habla del exilio y del conflicto en Camboya, la represión y el genocidio de parte del régimen de Pol Pot.

El control es un tema transversal en esta obra, en la que también muestra cómo estos seres, “los dominadores”, de alguna manera con sus actos están contribuyendo a su propia destrucción.

El guion realizado entre Rithy Panh y Christophe Bataille hace un duro cuestionamiento a los totalitarismos en que vivimos, y al mundo distópico que han creado, nos interperpelan a rebelarnos frente a todo tipo de dominación politica, social y cultural, así como presenta un fuerte cuestionamiento a los medios de comunicación y ese gran poder de “gran hermano” en el que se han convertido las pantallas de los dispositivos electrónicos que abundan en todo el planeta.

Everything Will be ok, desencaja también en los esquemas tradicionales de lo que es o no el documental, y da cuenta de una gran virtud estética del autor, gracias a la cual el uso de diferentes técnicas artísticas realza la narración en este filme ensayo, obra que debe ser re-visionada en estos tiempos en los que, desafortunadamente, aún sigue vigente un poder subyugante y totalitario.