En torno a «Zapping Zone», de Chris Marker. Un estudio renovado, V.V.A.A.

En torno a «Zapping Zone», de Chris Marker. Un estudio renovado, V.V.A.A.
Con Zapping Zone (Proposals for an imaginary television), Chris Marker realizó en 1990 sin duda alguna una de sus obras más experimentales, y un hito significativo en la historia del arte y de los medios de comunicación. Esta instalación que combina video, informática, y fotografía en un ensamblaje piranesiano, mezclando imágenes documentales y escrituras abstractas, daba respuesta a la exposición del Centro Pompidou titulada “Pasajes de la imagen”, donde una decena de artistas fueron invitados a abordar las múltiples relaciones entre las imágenes: imágenes fijas e imágenes en movimiento, imágenes encontradas y creadas, digitalización y pictoricismo.
A lo largo de la modernidad, estas fricciones e hibridaciones han sido objeto de prácticas artísticas experimentales. Pero desde los años 80 del siglo pasado se imponen como una realidad creciente en el paisaje visual de los medios de comunicación de masas. En el contexto de Zapping Zone, Chris Marker impulsó una búsqueda expansiva, dejando tras de sí más de 180 disquetes de trabajo, gran cantidad de etapas y de versiones diferentes de un proyecto que el autor hubiera deseado en continuo movimiento. La obra, en efecto, no ha dejado de reconfigurarse tanto en su forma como en el contenido al ritmo de las presentaciones y de la evolución de las preocupaciones del artista.
.El trabajo de investigación en torno a la obra Zapping Zone conlleva actualmente un estudio en profundidad de toda la documentación histórica conservada en el Centro Pompidou sobre la producción y la historia material de la obra con miras a potenciar este fondo documental y su accesibilidad en línea para el público y los investigadores. Paralelamente, en el marco del proyecto se está llevando a cabo un proyecto de documentación visual y técnica de elementos –programas informáticos, elementos fotográficos, cintas de vídeo– y equipos de vídeo e informáticos con el fin de enriquecer y completar esta información histórica.
Un proceso que implica una reflexión crítica sobre los orígenes del arte digital y la sostenibilidad de los dispositivos que prueban tecnologías emergentes. Entonces habrá que pensar, desde la poética de lo efímero tan propia a Chris Marker, la pervivencia de obras supuestamente «sin cuerpo», como son las obras audiovisuales y digitales.
Dos años de investigación han permitido una extensa documentación de los materiales y de los estados sucesivos de Zapping Zone, la iluminación de los trabajos preparatorios, técnica y conceptualmente, sobre todo en el ámbito de la creación informática – Dialector, Lulucat, Constructor– y otras investigaciones llevadas a cabo por Marker como “programador” autodidacta. Este proyecto de conservación y restauración ha llegado hasta las salas del Museo Nacional de Arte Moderno, con presentación más próxima a la primera versión de la obra acompañada por una sala-dossier que ofrece una visión tan global como ha sido posible del laboratorio técnico y formal  donde cristalizó la obra de Marker, antes de dar paso a otros imaginarios postfílmicos de una memoria compartida: el CD-Rom Immemory (1997), la isla bautizada  El Taller (L’Ouvroir, 2008), que creó con Max Moswitzer en la plataforma virtual Second Life, y para terminar, el sitio web que dejó inacabado, Gorgomancy (2007-2013).
El estado del trabajo de investigación fue presentado en una sesión en el Centro Pompidou donde se reunió el equipo científico del proyecto, explicando los principios y los frutos de la investigación, llevado a cabo en colaboración con el Centro de Investigación y Restauración de los Museos de Francia y el apoyo de la Fundación de Ciencias del Patrimonio de Francia.
En la presentación del estado del estudio en curso que tuvo lugar en una de las salas de cine del Pompidou el pasado mes de enero, Marcella Lista recordó que la primera denominación que Chris Marker dio a Zapping Zone fue Catacumbas, porque en palabras del cineasta, “ahí, en los subterráneos imaginarios, es donde intentamos dibujar los signos a los que ligamos nuestra confusa confianza en un futuro del que no sabemos nada”. Catacumbas cuestiona las turbulencias de una memoria que con el digital, gira hacia la insondable materialidad de los archivos en masa, la mutabilidad y la redistribución infinita de las imágenes. En la propia gramática de esta obra sui generis se inscribe la inestabilidad de los medios de comunicación de masas contemporáneos, y la prefiguración de la propia ruina tecnológica.
Agnès de Cayeux relató que Chris Marker escribió lo siguiente acerca del programa HyperStudio, creado en 1988 por Robert Wagner: “Es la herramienta de creación más maravillosa que he conocido desde que aprendí a escribir”. Entre el artesano-programador y ingeniero-inventor denominado “Hyperman” por Marker, nace una larga amistad de trabajo, y un diálogo incesante. Marker prueba HyperStudio, se apropia de sus posibilidades, compone, crea. Wagner observa los intentos de Marker y afina su programa, -con la colaboración de un adolescente-, de una versión a otra. Zapping Zone (1990), Level Five (1996) e Immemory (1997) serán configuraciones pasajeras.
Según Alexandre Michaan, de 1990 a 1994, Zapping Zone fue para Chris Marker un terreno de experimentación técnica para la manipulación y la puesta en escena de la imagen vídeo. Desde la utilización de la síntesis de vídeo analógico, precedida por Cuando el siglo tomó forma (1978) y Sans Soleil (1983), hasta la combinación del flujo de vídeo televisivo en directo, y de las imágenes informáticas, Marker se apropió poco a poco de los nuevos medios técnicos disponibles para modificar y perfeccionar algunas “zonas” de su instalación durante los cuatro primeros años de su exposición.
Por último, según Cécile Dazord, el auge de las tecnologías de la información va acompañado de un acortamiento constante de la vida útil de los productos asociados, así como de un aumento exponencial de la tasa de renovación. En el contexto del patrimonio, el régimen temporal de las obras basado en la permanencia y la sostenibilidad choca con los fenómenos de la obsolescencia tecnológica. Zapping Zone, en las colecciones del Museo Nacional de Arte Moderno, está forzosamente sometida a estas fuerzas contradictorias.

Traducción y adaptación de la hoja de sala de la presentación del estudio en el Centro Pompidou de París, enero 2022, para zinema.com