Cannes, día 4: Verhoeven & Corsini

El Festival de Cine de Cannes recupera al cineasta Paul Verhoeven quien, cinco años después de presentar Elle, trae el certamen una historia ambientada en el siglo XVII, cuando la peste se propagaba por Italia. Fiel a su estilo originario, en Benedetta, Vehoeven presenta a una muchacha que llega a un convento en la Toscana donde cambiará la vida de sus hermanas por su capacidad para hacer milagros. Virginie Efira se pone los hábitos de esta religiosa lesbiana carismática y sensual cuya historia fue revelada en el libro de Judith C. Brown Immodest Acts: The Life of a Lesbian Nun in Renaissance Italy. La religión, la sexualidad y la manipulación política en el seno de la Iglesia son algunos de los temas que prevalecen en este filme en el que también intervienen Lambert Wilson y Charlotte Rampling, a quien ya se ha podido ver en esta edición del Certamen en la película de François Ozon Tout s’est bien passé (Todo fue bien). La otra película en cometición esta jornada se titula La Fracture (The Divide) y está dirigida por Catherine Corsini, quien invita al espectador a adentrarse en las Urgencias de un gran hospital de París durante la noche en medio de una manifestación de los «chalecos amarillos». Allí, una pareja a punto de romper, encarnada por Valeria Bruni Tedeschi y Marina Foïs, se encuentra un manifestante herido y en cólera que provocará que sus certezas y prejuicios vuelen en mil pedazos. Filmada con cámara al hombro, la película esta impregnada del cine de Ken Loach con una sobrada carga de resentimiento.