Cannes, día 2: Ozon y Lapid

El cineasta francés François Ozon retorna al Festival de Cine de Cannes por cuarta vez con su película Con Tout s’est bien passé (Todo fue bien). Se trata de la adaptación del libro del mismo nombre escrito por su amiga Emmanuèle Bernheim, fallecida en 2017, que está protagonizada por Sophie Marceau, André Dussollier y Géraldine Pailhas. A sus 85 años, el padre de Emmanuèle es hospitalizado tras un accidente cerebrovascular. Cuando se despierta, debilitado y dependiente, este hombre, curioso por naturaleza y amante apasionado de la vida, le pide a su hija que le ayude a morir. La otra película de la jornada es Ha’berech (Ahed’s Knee), cuarto largometraje dirigido por el cineasta israelí Nadav Lapid. Con cierto carácter autobiógrafico el filme analiza la relación del cineasta con su país. Según Lapid la idea surgió cuando le invitaron a presentar una película y una funcionaria del Ministerio de Cultura le pidió que le enviara un formulario firmado en el que se detallaran los temas abordados después de la proyección, lo que el cineasta entendió como «una forma de censura«. Así mismo, también recuerda la enfermedad de su madre, que también era su montadora y que falleció un mes y medio después del mencionado episodio.