La jornada dominical del Festival de Cine de San Sebastián tiene como protagonista a Iciar Bollaín, que presenta Yuli, una película biográfica sobre el bailarín cubano Carlos Acosta, uno de los más brillantes de su generación. En la rueda de prensa, Acosta explicó que la escritura de esta biografía la realizó él mismo hace años como terapia para enfrentarse a su pasado, especialmente a esa conflictiva relación que mantuvo con su padre. También se proyecta el esperado último trabajo de Brillante Mendoza Alpha, The Right To Kill, sobre la detención de uno de los mayores capos de la droga de Manila, que denuncia la corrupción generalizada en materia de lucha contra la droga en Filipinas. Las proyecciones de la sección oficial se completan con Rojo, del director argentino Benjamin Naishtat, quien ya visitó el Zinemaldia en el año 2014 con su película Historia del miedo. Protagonizada por Darío Grandinetti y Alfredo Castro, además de la actriz Andrea Frigerio, el filme muestra la violencia cotidiana en la Argentina de los años 70. Así mismo, el cineasta Hirokazu Koreeda recibe el Premio Donostia en el teatro Victoria Eugenia y se convierte en el primer cineasta asiático en recibirlo. Su trayectoria cinematográfica está muy ligada al Festival, reconocido con dos Premios del Público y señala que «la concesión del premio Donostia la asumo como un reconocimiento a la relación que he tenido con el festival a lo largo de todo este tiempo antes que como un galardón a toda mi carrera. De ser así me parecería un premio un poco prematuro: creo que todavía me quedan por delante unos cuantos años de seguir haciendo cine«.