Christopher Nolan. La posibilidad de un mundo, por Timothée Gérardin

Christopher Nolan. La posibilidad de un mundo, por Timothée Gérardin

La alteración del punto de vista

En una entrevista en el diario The Guardian , Christopher Nolan evoca su admiración por los cuadros de Bacon, en los que la distorsión del punto de vista está representada como una realidad orgánica. Esta es una idea que aparece en varias de sus películas. El realizador dió como ejemplo el rostro del Joker: la sonrisa toma la forma de sus cicatrices, y la expresión de sus rasgos emborronados se oculta tras un maquillaje aclarado.
En Memento (2000) y en Insomnia (2002),  la deformación patológica de la percepción se pone de manifiesto de antemano, dado que se trata del argumento mismo de las dos películas. Ya sea la amnesia o el insomnio, el falso punto de vista de los personajes tiene consecuencias tanto sobre su cuerpo como sobre la forma que adopta el entorno que les rodea. De manera general, la filmografía de Nolan está atravesada por estímulos sensoriales que adquieren dimensiones fuera de la norma y funcionan como excrecencias de la percepción.
Christopher Nolan ha logrado un lugar en Hollywood con dos películas cuyos títulos hacen referencia a patologías. El primero de ellos, Memento, presenta a un personaje que padece amnesia anterógrada, un problema que borra de su memoria todo recuerdo reciente posterior al traumatismo causante de la misma.
La segunda película, Insomnia, es el remake de una película noruega del mismo nombre que muestra a un personaje que padece insomnio durante una investigación en Alaska.
Estas dos películas tienen en común el hecho de colocar a los personajes principales en un estado físico que perturba su punto de vista. La amnesia y el insomnio son apuestas estéticas de partida. En el primer caso, una discontinuidad narrativa radical debida a que el personaje de Leonard Shelby no está en condiciones de conectar las secuencias que se suceden. El problema real es que ninguno de los dos personajes es capaz de retroceder. No hay posibilidad de una perspectiva coherente: todo está dividido al detalle, fragmentado.
Memento situa al personaje de Leonard Shelby , -Lenny-, interpretado por Guy Pearce, a la búsqueda del asesino de su mujer. La primera característica del film es su narración invertida. Salvo alguna excepción, la película está montada al revés. Cada escena se desarrolla cronológicamente antes de la que acabamos de ver. Además de otorgar a la película una originalidad formal, este procedimiento permite trasladar a la pantalla las pérdidas de memoria inmediata de Lenny, que no llega a asociar los acontecimientos que supuestamente deberían encadenarse, generando así situaciones que carecen de contexto tanto para el personaje como para el espectador (…)
La fragmentación narrativa se traduce al comienzo de cada escena en un momento de perplejidad, en el que el protagonista se pregunta a sí mismo qué hace allí. Mediante la voz en off, pasa revista a la habitación en la que se halla  y a los objetos que le rodean: “la habitación de un motel”, “una Biblia de los Gedeones”, “un revólver”. Cada momento de la película puede transformarse en una escena de exposición: un principio llevado al absurdo porque Lenny cree estar persiguiendo a alguien para comprender un instante después que es él quien está siendo perseguido.
(…)

Fragmento del libro: Christopher Nolan, La possibilité d’un monde. Timothée Gérardin. Playlist Society, 2018.