Cannes, día 8: Tarantino y Joon-Ho

Quentin Tarantino retorna al Festival de Cine de Cannes. Han pasado los años y la películas pero todo es diferente. Como el Hollywood setentero que retrata en Érase una vez… en Hollywood. Ambientado en 1969, el cineasta rinde homenaje a la ciudad de Los Ángeles. En él, Leonardo DiCaprio y Brad Pitt interpretan a Rick y Cliff, inspirados en la vida de Burt Reynolds. El cineasta ha escrito una carta abierta en la que pide a los asistentes al pase del filme que no revelen spoilers de la trama. «Por favor, no lo hagáis«, y señala que «me encanta el cine, tú adoras el cine. Es el viaje de descubrir un relato por primera vez. Estoy encantado de poder estar en Cannes y compartir ‘Érase una vez en… Hollywood’ con el público del festival«, para añadir que «solo le pido a todo el mundo que evite revelar cualquier dato que impida que el resto de espectadores experimente el descubrir, por primera vez, la película de la misma manera. Gracias», termina el cineasta, añadiendo el hashtag #NoSpoilersInHollywood (Sin spoilers en Hollywood)«.También se presenta a concurso Gisaengchung (Parasite), con la que el director Bong Joon-Ho, figura emblemática del cine coreano, regresa a Corea del Sur tras dos largometrajes internacionales: Okja y Snowpiercer: Rompenieves. Esta nueva película, crítica de las desigualdades sociales, se pregunta acerca de la compleja coexistencia de las clases sociales para hacer una reflexión sobre las desigualdades entre dos clases sociales a través de la historia ficticia, pero realista, de dos clanes opuestos: la familia humilde de Ki-taek, cuyos cuatro miembros están en paro, y la familia acaudalada del Sr. Park, jefe de una empresa de informática. Finalmente, en «Una cierta mirada» Oliver Laxe retorna a Cannes tras Todos vós sodes capitáns (2010) y Mimosas (2016), para sumergirse en sus raíces gallegas, en su casa, en Galicia, en el pueblo, hoy abandonado, donde nació su madre. La película se centra en un pirómano que vuelve a casa de su madre después de cumplir condena, donde es recibido entre la conmiseración y el recelo.