La sección «Tiempo de Historia», dedicada al género documental, propone esta 65 Semana Internacional de Cine de Valladolid una selección de títulos internacionales, que abordan desde cuestiones de actualidad, como el feminismo visto a través de mujeres separadas por varias generaciones, la vida de los exiliados en Kutupalong, el mayor campo de refugiados del mundo, o la situación en Colombia tras el acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC. El autismo, el cine como arma de propaganda o el ejercicio del periodismo libre estarán también presentes en una sección que ofrecerá once largometrajes y nueve cortometrajes documentales. Cuatro de los largometrajes seleccionados son españoles: Ángeles con espada, de Javier Rioyo, la verdadera y poco conocida historia del Valle de los Caídos y la obsesión del dictador Francisco Franco con su construcción y destino del mismo; Bajo el silencio, de Iñaki Arteta, donde el autor indaga en la huella que el terrorismo ha dejado en el País Vasco a través de duros y polémicos testimonios de personas condenadas por terrorismo y sus víctimas; Palabras para un fin del mundo, de Manuel Menchón, con revelaciones sobre la inédita manipulación que el falangismo y el franquismo hicieron de la figura de Miguel de Unamuno, y Zurbarán y sus doce hijos, de Arantxa Aguirre, una recreación de la vida y la obra de uno de los titanes del barroco español a través de un viaje alrededor del mundo de la serie de Zurbarán Jacob y sus doce hijos.
Día: 30 de septiembre de 2020
Estudio constata el papel activo bajo el nazismo del fundador de la Berlinale
Un estudio científico, realizado por encargo de la Berlinale, certifica el papel activo que tuvo el fundador del festival, Alfred Bauer, con la industria del cine bajo el nazismo, así como su empeño en ocultarlo tras el fin del régimen de Adolf Hitler. «El papel de Bauer en la dirección general del cine del Reich fue más relevante de lo que se creyó«, apunta la dirección de la Berlinale, en un comunicado difundido hoy. Las sospechas en torno a ese papel surgieron el pasado enero, poco después de presentarse en Berlín la edición número 70 del festival, la primera bajo la dirección colegiada del italiano Carlo Chatrian y la holandesa Mariette Rissenbeek. De inmediato se procedió a suspender el premio instituido en memoria del fundador, el tercero en importancia en el palmarés. A continuación se encargó al Instituto de Historia Contemporánea (IfZ) ir al fondo de unas revelaciones comprometedoras para un festival nacido en la posguerra e impulsado por los aliados. La Dirección General del Cine del Reich fue creada por el ministro de la propaganda nazi, Joseph Goebels, en febrero de 1942, recuerda ahora la Berlinale, en el comunicado con las conclusiones del estudio. Desde ahí se controlaba a las personas involucradas en el cine, desde actores a directores, cámaras y personal técnico. Su cometido era «dirigir» la producción cinematográfica bajo el nazismo; Bauer ocupó ahí un puesto en la dirección, lo que no le impidió, tras el fin de la II Guerra Mundial, seguir su carrera en el cine y convertirse en 1951 en el primer director de la Berlinale, puesto que ocupó hasta 1971.
Cineastas de Hollywood pide a los políticos que salven a los cines
El Sindicato de Directores de Estados Unidos (DGA) pide en una carta al Senado y el Congreso que salven a los cines del «devastador golpe financiero» que ha supuesto la pandemia. «Los cines necesitan una ayuda específica y destinada a sus circunstancias. Les urgimos a que se unan en una solución bipartidista que proporcione esta ayuda«, escribien en una carta apoyada también por la Asociación Nacional de Propietarios de Cines (NATO) y la Asociación del Cine de Estados Unidos (MPAA). «Sin una solución designada para sus circunstancias, los cines quizá no sobrevivan al impacto de la pandemia«, aseguran. La carta subraya que ir al cine es «una experiencia central del modo de vida estadounidense» y asegura que 268 millones de personas en Estados Unidos y Canadá fueron el año pasado a las salas «a reír, llorar, soñar y emocionarse juntos«. «Junto a su crucial impacto cultural, los cines son multiplicadores de fuerzas económicas. Además de los 150.000 trabajadores de las salas de Estados Unidos, la industria respalda millones de trabajos en la producción y distribución de cine, e incontables más en los restaurantes y tiendas alrededor de las salas que se basan en ellas para atraer clientela«, añadien. La carta de DGA, NATO y MPAA está dirigida al líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell; y al representante de la minoría demócrata en esa cámara, Chuck Schumer. También se envió a la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi; y al portavoz de la minoría republicana en esa misma cámara, Kevin McCarthy.