El director argentino Pablo Agüero presenta en el Festival de Cine de San Sebastián, dentro de la sección oficial, Akelarre, un crítico relato sobre las cazas de brujas rodado en el País Vasco, y ambientado en una remota aldea marinera en 1609, para denunciar la imposición de una moralidad retrógrada mediante el terror y la persecución indiscriminada de las mujeres. En su segunda visita al Certamen tras haber competido por la Concha de Oro en 2015 con su anterior largometraje, Eva no duerme, el cineasta explica que «esta historia habla de un momento fundacional, un momento en el que se impuso un modelo de pensamiento que se ha perpetuado hasta nuestros días«. El filme está protagonizado por Álex Brendemühl y Amaia Aberasturi, entre otros. Por otro lado, François Ozon, que no puede asistir al Certamente pero que participa en la rueda de presenta por videoconferencia, trae el Donostia Été 85 (Verano del 85), una de las varias películas repescadas en San Sebastián de la programación del Festival de Cine de Cannes que tuvo que ser cancelado por la pandemia. El filme aborda el amor veraniego entre Alexis (Félix Lefebvre), un tierno e introvertido adolescente de 16 años, y el carismático y alocado David (Benjamin Voisin), dos años mayor, y se basa en el libro Dance on my grave, del británico Aidan Chambers. La segunda jornada del festival está marcada por la presentación mundial de la serie Patria de HBO, protagonizada por Elena Irureta y Ane Gabarain y que se basa en la exitosa novela de Fernando Aranburu.
Día: 19 de septiembre de 2020
Coixet recoge el Nacional de Cinematografía en el Zinemaldia
Isabel Coixet recibe el Premio Nacional de Cinematografía de manos del ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, en un acto celebrado en Tabakalera de San Sebastián. El jurado que le concedió el premio destacó su trayectoria de más de tres décadas abriendo caminos en el cine español, además de su “inconformismo, su versatilidad y la proyección internacional de su trabajo”. Coixet agradece el premio y la asistencia al acto de tantas personas queridas y ofrece un discurso dedicado a los cineastas que empiezan y titulado «Cosas que me hubiera gustado que alguien me contara antes de empezar en el cine (y en la vida)«. EN el mismo, propone un decálogo de doce puntos, al estilo del escritor Augusto Monterroso, e insta al principiante a preguntarse por qué quiere hacer cine; a leer, preguntar, escuchar, observar y mirar sin descanso; a no perder el tiempo; a no criticar a aquellos que lo están logrando; a no tener miedo a la cámara; a respetar a todos y cada uno de los miembros del equipo; y a no hacer nunca películas «pensando en el público o en los festivales o en los críticos«.