Donostia, día 5: León de Aranoa & Ji

Otra de las esperadas producciones españolas de la presente edición del Festival de Cine de San Sebastián, tras Maixabel, era El buen patrón, último trabajo de Fernando León de Aranoa, quien ganó la Concha de Oro del Certamen en 2002 con Los lunes al sol. El tema de las relaciones laborales vuelve a ser el centro de la historia y según el cuineasta para constatar que “ahora mismo lo que prima es la competitividad y la desconfianza, cada quien dispara por su lado y si un trabajador sale perjudicado por una decisión empresarial, pocos de sus compañeros se le arriman, temerosos de que eso les pueda perjudicar a ellos”. Protagonizada por Javier Bardem, el intérprete reconoce que, a pesar de estar en las antípodas ideológicas de su personaje, “como actor me corresponde empatizar con él y eso me obliga a mirarme desde otro punto de vista, buscando cuánto de este Julio Blanco puede haber dentro de mí. En ese ejercicio terminas por encontrar las razones y las motivaciones de cualquier personaje. Esa es la parte que me resulta más divertida de mi oficio y también la más didáctica, porque te lleva a comprender al otro, aunque se trate de alguien, como en este caso, que aparentemente resulte difícil de justificar en sus acciones”. La jornada se completa con la china Ping yuan shang de mo xi / Fire on the Plain, de Zhang Ji, ambientada en la China de 1997 donde una serie de asesinatos cesan misteriosamente sin que las autoridades hayan podido encontrar al autor. Ocho años después un joven policía cercano a una de las víctimas decide reabrir la investigación. Se trata de la primera película del director Zhang Ji, quien está presente por videconferencia, y señala que “tanto el libro como la película se desarrollan en dos momentos importantes para comprender los cambios en la sociedad china: primero, en 1997, y luego en 2005. Estos son dos períodos históricos clave para comprender el crecimiento y el cambio de la sociedad china. Además, siento una fuerte conexión personal y emocional con ambas épocas, ya que me conducen a las etapas clave de mi vida, a mi niñez y adolescencia“. Además, la entrega del premio EZAE, concedido a la película Akelarre, se convierte en una reivindicación del papel de las salas de cine según los expresan José Luis Rebordinos, director del Festival, y Alfonso Benegas, presidente de EZAE.