Cannes, día 10: Kechiche y Bellocchio

Seis años después de obtener la Palma de Oro por La vida de Adèle, extraña el regreso al Festival de Cine de Cannes de Abdellatif Kechiche con la segunda entrega de una trilogía sobre la juventud de los años noventa después de Mektoub, My Love (Canto uno). Una película larga pero incabada que tiene como colofón, un cunnilingus de 13 minutos de duración. El deseo vuelve a ser el tema central de Mektoub, My Love: Intermezzo, realizada tras el descubrimiento de La Blessure la vraie, la novela de François Bégaudeau publicada en 2011, de la cual su película es una adaptación muy libre. El cineasta señala que «desde hacía mucho tiempo soñaba con encontrar un personaje y su intérprete que pudiera seguir durante varias películas. El libro de François, de cierto modo, reactivó estas ganas«. Por otro lado, dieciséis años después de Buenos días, noche, el cineasta italiano Marco Bellocchio explora otro episodio fundamental de la historia de su país con Il Traditore (The Traitor), un retrato de Tommaso Buscetta, el primer gran arrepentido de la mafia. Para su largometraje número veintiséis, Bellocchio centra su interés una vez más en uno de esos héroes rebeldes, interpretado por Pierfrancesco Favino, antiguo miembro de la Cosa Nostra y primer gran arrepentido de la mafia italiana. Finalmente, se siguen sucediendo los anuncios de premios y en la jornada de hoy el jurado de cortometrajes y de la Cinéfondation, presidido por Claire Denis y formado por Stacy Martin, Eran Kolirin, Panos H. Koutras y Cătălin Mitulescu, entrega su primer premio al corto Mano a mano, de Louise Courvoisier, lo que le asegura la presentación de su primer largometraje en el Festival de Cine de Cannes.