La Academia de Hollywood estudia un cambio de planes que permita a los nominados participar desde sus casas en el extranjero, ya que muchos países están experimentando nuevos picos de casos de coronavirus. Después de indicar que sería imposible participar por videollamada, ahora los productores de la gala tendrán que buscar una forma de acomodar a los nominados de Europa y otras partes del mundo, donde la vacunación no avanza tan rápido como en Estados Unidos. Hace unas semanas, la Academia envió una carta a todos los nominados donde anticipaba que las videollamadas no serían un opción viable para participar en la ceremonia del 25 de abril. Para cumplir con las medidas de distanciamiento social, los organizadores tenían pensado abandonar su mítica sede en el Paseo de la Fama de Hollywood para desplazarse a la estación de trenes de Los Ángeles, donde los invitados podrían reunirse al aire libre. Pero el confinamiento impuesto en países como Francia a Italia, junto a la extensión de las restricciones de viaje internacional, impide que los Óscar sigan adelante con esa idea, que modificarán en una reunión inminente. Por otro lado, la próxima gala de los Óscar no se emitirá en Hong Kong por primera vez en más de 50 años, a pesar de que el territorio compite en la categoría de mejor película internacional por la cinta Better Days y de que otro cortometraje candidato repasa las protestas antigubernamentales de 2019. En un comunicado recogido por la prensa en Hollywood, el canal TVB confirma que no emitirá la ceremonia como lleva haciendo desde 1969, una decisión que asegura que es «puramente comercial» pero que coincide con la censura promovida por el Gobierno chino contra el corto-documental. El documental, dirigido y producido por Anders Hammer, muestra sobre todo la versión de los manifestantes sobre lo sucedido durante las protestas, que buscaban una mejora de los mecanismos democráticos en la ciudad semiautónoma, pero que habitualmente terminaban con enfrentamientos violentos con la policía.