La actriz sueca Bibi Andersson, conocida por sus papeles en varias películas emblemáticas del director Ingmar Bergman, falleció a los 83 años. Andersson, que comenzó a trabajar con Bergman cuando solo tenía 15 años en anuncios de la marca de jabón Bris, protagonizó algunos clásicos del legendario realizador como El séptimo sello (1957), Fresas salvajes (1957) y Persona (1966). Nacida en Kungsholmen, cerca de Estocolmo, el 11 de noviembre de 1935 con el nombre completo de Berit Elisabeth Andersson, fue, además de actriz, directora de cine, teatro y televisión. El primer papel en la gran pantalla en el que apareció acreditada llegó en 1953 junto al actor y director Nils Poppe en la comedia Dum-Bom. También trabajó para otros directores de renombre como John Huston en el filme de espionaje La carta del Kremlin (1970) y Robert Altman en el drama abstracto Quinteto (1979). Bajo la dirección de Gracia Querejeta protagonizó Una estación de paso (1992) y volvió a España para formar parte del reparto de La escarcha (2009), basada en la obra de Henrik Ibsen, con realización de Ferran Audí y al lado de Aitana Sánchez-Gijón. Fue su último trabajo delante de la cámara, ya que poco después sufrió un derrame cerebral que paralizó parte de su cuerpo. En 1996 publicó su autobiografía titulada Un parpadeo.