Cinco años después de Ida, Pawel Pawlikowski regresa al Festival de Cine de Cannes y al mismo periodo doloroso de la historia de su país. Zimna Wojna (Cold War) cuenta el idilio imposible de una pareja en un contexto político eléctrico, y retoma algunos preceptos visuales que contribuyeron a la magia de Ida. El largometraje ha sido rodado en blanco y negro y en un formato 4/3 entre París, Lodz y Wroclaw. En estos lugares acontece, entre 1949 y 1964, esta historia de amor apasionada pero imposible, en parte inspirada por la de los padres del director. En el reparto figura Joanna Kulig, que ya colaboró con Pawlikowski en La mujer del quinto (2011) e Ida, además de Agata Kulesza. Por otro lado, Christophe Honoré también vuelve a Cannes con El primer amor y el último amor, en la que muestra las primeras emociones amorosas para Arthur (Vincent Lacoste), estudiante bretón, y las últimas para Jacques (Pierre Deladonchamps), un escritor en el crepúsculo de la vida. Estos dos personajes se encuentran en el verano de 1990, en París, en un ambiente decididamente pop. En esta ocasión, Christophe Honoré incorpora su vida, su pasado y sus experiencias en el relato, invocando aquel estudiante bretón que solía ser en los años 1990, que leía a Jean-Luc Lagarce, escuchaba a Noir Désir, y vivía en contacto con el pánico del Sida.