El director alemán Wim Wenders recibe el homenaje de la 65 edición de la Berlinale, en forma de un Oso de Oro de Honor, en reconocimiento a una carrera que ha discurrido tanto en Alemania como en el resto de Europa y del mundo. Con este acto, el Certamen entra en la recta final con la historia de Georg Elser, el sencillo obrero de pueblo que trató de asesinar a Adolf Hitler meses después del arranque de la II Guerra Mundial. Se trata de Elser. 13 Minuten, dirigida por el alemán Oliver Hirschbiegel, que se presenta fuera de competición pero en la sección oficial, con la única concursante del día, la italiana Vergine Giurata, de la debutante Laura Bisputi, que gira alrededor de una tradición ancestral del ámbito rural albano, según la cual ciertas jóvenes renuncian a su feminidad y juran mantenerse vírgenes, tras lo cual pasan a comportarse y vestirse como hombres. Además, también se presenta el último cortometraje del español David Muñoz, titulado El juego del escondite, en el que el realizador comparte «un espacio común» con los habitantes de un asentamiento en el Líbano. Es la segunda ocasión que Muñoz, distinguido en 2010 con el Goya al mejor corto documental por Flores de Ruanda, compite en la Berlinale, donde hace dos años estuvo presente con su cortometraje About Ndugu. Entre los 27 cortos de 18 países figura asimismo la coproducción franco-española Yúyú, del artista franco-beninés Marc Johnson.