El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se burla de la baja audiencia registrada este domingo por la ceremonia de entrega de los Óscar, que con apenas 25,6 millones de telespectadores en el país, ha resultado la gala con menor seguimiento de la historia. “Los Óscar con menor audiencia de la HISTORIA. El problema es que ya no tenemos estrellas, excepto por vuestro presidente (es broma, por supuesto)”, afirma el mandatario esta mañana a través de su cuenta personal de Twitter. El presidente parece no perdonarle a Hollywood la gran cantidad de críticas que muchas de sus principales estrellas han realizado contra el actual residente de la Casa Blanca, a quien acusan insistentemente de ser un racista y un misógino. La audiencia nacional de la 90 edición de los Óscar, que se celebró el domingo en Los Ángeles, cayó un 19 % respecto al año pasado hasta situarse por debajo de los 30 millones de espectadores en Estados Unidos por primera vez en la historia de la gala.