Un tribunal de Israel prohibe la difusión de la película documental Yenín, Yenín, así como la incautación de todas las copias, tras determinar que el director, el árabe-israelí Mohamad Bakri, distorsionó los hechos y los presentó como auténticos. La película, que repasa los enfrentamientos registrados en 2002 en la ciudad cisjordana de Yenín, ha estado marcada por la polémica desde su proyección, después de que militares que aparecen en la misma presentaran demandas al considerar que había sido difamados. El último de ellos, Nissim Magnagi, demandó a Bakri en 2016 y pidió una compensación de 2,6 millones de shekels (cerca de 677.000 euros) por daños, así como la prohibición de la emisión de la película. El tribunal ha sentenciado al director a pagar 175.000 shekels (unos 45.550 euros) en su fallo. Bakri ha lamentado que «ha pagado un alto precio» y ha adelantado que presentará una apelación ante el Tribunal Supremo. «Creo que soy parte de este Estado, con toda la complejidad que implica, como árabe y palestino«, ha manifestado. Por su parte, el jefe del Ejército israelí, Aviv Kohavi, ha aplaudido el fallo y ha recalcado que los hechos presentados en Yenín, Yenín son «falsos». La película denunció una matanza de civiles en Yenín durante la operación «Escudo Defensivo», lanzada en el marco de la Segunda Intifada.