El hombre que mató a Don Quijote, la película basada en la universal obra de Miguel de Cervantes que Terry Gilliam lleva casi dos décadas intentando sacar adelante, resucita con nueva financiación. Según informa The Hollywood Reporter, la producción, protagonizada por Jack O’Connell y John Hurt, comenzará en septiembre, después de que Paulo Branco haya conseguido financiación para película. Desde inundaciones, hasta el continuo ruido sonoro de helicópteros sobrevolando las localizaciones exteriores, pasando por una larga enfermedad de uno de sus protagonistas, Jean Rochefort, terminaron desembocando en la sequía de los 15 millones de dólares de los que disponía, y el consiguiente abandono del proyecto, en 1999. Esta vez, y después de intentar recuperar, sin éxito, la historia en 2002 -a colación del documental Perdido en La Mancha-, con Ewan McGregor y Robert Duvall como protagonistas, el montante presupuestario ha aumentado hasta los 18,5 millones de dólares, pero con un objetivo muy distinto. Si en su primera idea, Gilliam pretendía rodar una aventura histórica, ahora traslada la trama principal a la autocrítica: el fracaso de un director de cine que no consigue sacar adelante su proyecto.