El cineasta japonés Nagisa Oshima fallece a los 80 años en un hospital de Kanagawa, al sur de Tokio, a causa de una neumonía. Considerado uno de los directores más audaces y también más controvertidos de Japón, Oshima fue en los años 60 una de las figuras emblemáticas de la llamada «nueva ola» nipona, y en las décadas posteriores se convirtió en uno de los nombres con mayor proyección del cine de su país. Oshima había sufrido una hemorragia cerebral en 1996 que le causó una parálisis y le obligó a seguir una larga rehabilitación, aunque en 1999 volvió a la dirección con la película Taboo (Gohatto), el que sería su último largometraje. En los años 60 se consolidó como una de las figuras más críticas de la sociedad y la política de su tiempo. Entre sus obras de aquella época destacan filmes como Los placeres de la carne (1965), Los Ninjas (1967) o Diario de un ladrón de Shinjuku (1968), pero fue El imperio de los sentidos (1976) la que le consagró a nivel internacional, o El imperio de la pasión (1978), otro cuento erótico. En 1983 hizo equipo con el actor y cantante británico David Bowie para rodar Feliz Navidad, Mr. Lawrence basada en las experiencias del autor Laurens van der Post como prisionero de guerra en Japón durante la Segunda Guerra Mundial.