El cine español sigue siendo «monodependiente» de los éxitos puntuales y pese a los buenos datos de 2012 hay que evitar el «triunfalismo«, según señala un análisis presentado hoy por el seminario permanente de la Industria Audiovisual del Instituto Ortega y Gasset. En 2012 ha habido, de un lado, la cuota casi histórica del 18,59 % del cine español, los casi 42 millones de euros amasados por Lo imposible, el despunte de la animación con Las aventuras de Tadeo Jones y Blancanieves. Pero de otro el avance de la piratería, que la producción de documentales ha bajado de 40 a 15 en un año y que solo 16 películas en 2012, de las 115 estrenadas, han superado una recaudación superior al millón de euros.