La película de Manoel de Oliveira Visita ou Memórias e Confissões (Visita o recuerdos y confesiones), que falleció el mes pasado a los 106 años, y que dirigió en 1981 con la intención de que solo se proyectara tras su muerte, puede verse en el gran auditorio del Teatro Rivoli de Porto, ciudad natal de Oliveira. La película arranca con la voz en off del director leyendo los nombres del equipo técnico y artístico mientras filma los árboles del jardín de la casa en la que vivió con su mujer, Maria Isabel, y con sus cuatro hijos durante más de 40 años. Entonces, a principios de los años ochenta, iban a vender la casa para saldar algunas deudas. Ese hecho empujó a Oliveira a filmar el lugar (tanto los interiores como los exteriores) y a indagar en algunos de los momentos que vivió allí. Fue en la propia Cinemateca donde Oliveira depositó una copia del mediometraje (68 minutos) a los 73 años de edad.