El cineasta italiano Pier Paolo Pasolini pudo ser asesinado en 1975 al querer recuperar su última película, Salò o los 120 días de Sodoma, que había sido robada, según plantea una comisión parlamentaria sobre este crimen «sin resolver«. El único condenado por el homicidio, Pino Pelosi, muerto en 2017, ya apuntó a esta hipótesis a finales de 2014 en la reapertura de las investigaciones pero ahora ha aparecido por escrito en un informe de la Comisión parlamentaria Antimafia que integra varios testimonios. El documento se pregunta por qué no se solicitó el testimonio de los vecinos que vivían en las barracas de la playa y que, habiendo escuchado gritos, aseguraron en su momento que «la agresión fue conducida por numerosas personas«. Asimismo tampoco se confinó la zona donde el cadáver de Pasolini fue hallado, en la playa de Ostia, con brutales señales de violencia, incluso atropellado, para muchos difíciles de provocar por un solo prostituto menor de edad. La Comisión Antimafia ha considerado estudiar esta cuestión «también por su evidentes vínculos con la criminalidad organizada de la época» y ha escuchado los testimonios del antiguo mafioso Maurizio Abbatino y de la periodista e investigadora Simona Zecchi.