El director austríaco Ulrich Seidl estrena el inicio de su trilogía «Paraíso» con Paraíso: Amor (Paradies: Liebe, 2012), en la que explora los abismos humanos más oscuros sin ahorrar detalles. Con una buena dosis de humor aborda el tema del turismo sexual, de las mujeres entradas en años y de los hombres jóvenes, del valor comercial de la sexualidad, del poder unido al color de la piel, de África y Europa, y de cómo se pasa de explotado a explotador. Es la primera entrega de una trilogía que retrata a tres mujeres de una misma familia y cómo pasan las vacaciones. Una decide hacer turismo sexual (Paraíso: Amor), otra opta por intentar convertir a otros a la fe católica (Paraíso: Fe) y la tercera se apunta a un campamento para adolescentes con sobrepeso (Paraíso: Esperanza). Tres mujeres, tres formas de pasar las vacaciones y tres relatos acerca de las ganas viscerales de felicidad.