El cineasta chileno Pablo Larraín presenta en la Berlinale El Club, una cinta que narra la historia de un grupo de sacerdotes que viven con una monja en una casa de retiro de la Iglesia y que, cuando no rezan o hacen penitencia, entrenan a sus perros para la próxima carrera. Un filme sobre sacerdotes enredados en la pederastia y otros crímenes no atajados ni por la justicia católica ni por la civil. Tambien se presenta Als wir träumten, del alemán Andreas Dresen, que deambula entre la infancia en la extinta Alemania comunista al Leipzig y a los caóticos y salvajes años de un grupo de adolescentes tras la reunificación del país. El tercer filme a competición es la polaca Body, de Malgorzata Szumowska, una comedia negra entre muchachas anoréxicas, muertos vivientes y una médium que debe poner en comunicación al mundo de los mortales con el de los inmortales.