Fernando Arribas, uno de los mejores directores de fotografía del cine español, fallece en Madrid, a los 80 años de edad. Reconocido con el Premio Goya por su trabajo en Divinas palabras, de José Luis García Sánchez, Arribas puso luz a numerosas películas como Las crueles, de Vicente Aranda; Tormento, de Pedro Olea; Las largas vacaciones del 36, de Jaime Camino; Los claros motivos del deseo, de Miguel Picazo; Un hombre llamado Flor de Otoño, de Pedro Olea; Las verdes praderas, de José Luis Garci; Truhanes, de Miguel Hermoso; La casa de Bernarda Alba, de Mario Camus; Las edades de Lulú, de Bigas Luna; El palomo cojo, de Jaime de Armiñán; ¿De qué se ríen las mujeres?, de Joaquín Oristrell; La duquesa roja, de Francesc Betriu; y Las llaves de la independencia, de Carlos Gil, su último título. Presidente emérito de la Asociación de Directoras y Directores de Fotografía (AEC), el técnico madrileño también participo en producciones internacionales –Por un puñado de dólares y Patton– y rodó en Latinoamérica –iluminó la cinta argentina Camila, de María Luisa Bemberg, entre otras–.