Seijun Suzuki fallece a los 93 años de edad en Tokio como consecuencia de una enfermedad crónica y pulmonar obstructiva. Padre del cine de yakuzas, fue cineasta de referencia de otros directores como Quentin Tarantino, Jim Jarmusch o Wong Kar-Wai. Entró en la industria del cine de la mano del estudio Nikkatsu, en 1954, llegando a realizar alrededor de 40 títulos bajo las órdenes de la productora. Con el diseñador de producción Takeo Kimura y a partir de la cinta de 1963 The Bastard, los dos hombres formaron lo que se conoce como el «estilo Suzuki», que tenía como señas de identidad unos efectos visuales surrealistas, escenarios de corte Kabuki, una gama de colores muy vivos y la acción, que parecía desplegarse en un paisaje onírico. Sin embargo, tras la que muchos consideran su obra maestra, Marcado para matar, fue fulminantemente despedido y estuvo apartado de la industria durante 10 años. En 1980, Suzuki retornó al cine con Zigeunerweisen, una historia de fantasmas que participó en la Berlinale y que obtuvo cuatro Premios de la Academia de Japón. En 2001 hizo Pistol Opera, un remake de Marcado para matar.