El actor británico Albert Finney fallece a los 82 años, tras haber sido diagnosticado de un cáncer de riñón en 2011. Nacido en Londres en el seno de una familia de “baja clase media”, como solía decir, Finney tuvo claro muy pronto que quería dedicarse a la actuación. Su debut en la gran pantalla fue con un pequeño papel en El animador, su primera colaboración con Tony Richardson, con el que volvería a trabajar en Tom Jones. Karel Reisz le dio su gran oportunidad en Sábado noche, domingo mañana. Fue habitual en las películas del free cinema de los años sesenta, una época de esplendor de la nueva ola del cine británico que dejaba atrás las penurias de la posguerra. Pese a estar nominado hasta en cinco ocasiones al Oscar, la última de ellas al mejor actor de reparto por Erin Brokovich (2000), nunca lo logró.