El gobierno de Marruecos exonera del impuesto de valor añadido a las salas de cine, un sector en grave crisis y en declive creciente. En una enmienda de última hora introducida en la Ley de Finanzas de 2016 antes de su aprobación parlamentaria, el sector del cine se ha encontrado con un inesperado regalo de fin de año. Además ha recibido una subvención de 103 millones de dirhams (10 millones de euros) durante el año 2015, principalmente como ayudas a la digitalización de 24 salas, de las 34 que quedan en todo el país. Las salas de cine sufren en Marruecos, como en el resto del mundo, los estragos de la piratería y la competencia de los nuevos modos de ver cine, que han ido vaciando las salas oscuras. En solo cinco años, las salas han perdido un millón de espectadores: de los 2,6 millones de personas que fueron al cine en 2009, la cifra bajó hasta 1,6 en 2014, y posiblemente sea menor este año.