Red lights, 2012, 119 min. (España, USA)
Warner Bros
[rating=0]
Dirección: Rodrigo Cortés
Intérpretes: Cillian Murphy, Sigourney Weaver, Robert De Niro, Elizabeth Olsen, Leonardo Sbaraglia, Toby Jones, Joely Richardson
Guión: Rodrigo Cortés
Fotografía: Xavi Giménez
Música: Víctor Reyes
Producción: Rodrigo Cortés, Adrián Guerra
Dos investigadores de fraudes paranormales, la veterana doctora Margaret Matheson y su joven ayudante Tom Buckley, estudian los más diversos fenómenos metapsíquicos con la intención de demostrar su origen fraudulento. Simon Silver, legendario psíquico, tal vez el dotado más célebre de todos los tiempos, reaparece después de treinta años de enigmática ausencia para convertirse en el mayor desafío mundial para la Ciencia ortodoxa y los escépticos profesionales. Tom comienza a desarrollar una densa obsesión por Silver, cuyo magnetismo se refuerza de forma peligrosa con cada nueva manifestación de oscuros fenómenos inexplicables.
Tercer largometraje de Rodrigo Cortés tras las multipremiadas Concursante (2007) y Buried (Enterrado) (2010). Un thriller psicológico que explora los mecanismos de percepción del cerebro humano y las fronteras difusas entre creencia y ciencia, a partir de las vivencias de dos científicos racionalistas que diseccionan el mundo de los fenómenos metapsíquicos, y del choque de fuerzas que llevarán a cabo con un psíquico de fama mundial.
La anterior película de Cortés, Buried, se realizó con un presupuesto muy reducido; el coste de Luces rojas multiplica diez veces esa cantidad. La soledad de Reynolds a lo largo de sólo 17 días de rodaje contrasta con los exhaustivos castings realizados para esta pelícla en Los Ángeles, Nueva York, Londres o Toronto, que se traducen en más de 60 actores, 4.000 extras y un elenco principal de primeras estrellas.
Se rodó a lo largo de diez semanas y media de rodaje en diversas localizaciones de Barcelona y Toronto. Sin embargo, el ritmo frenético de trabajo, la cantidad de planos obtenida por Cortés en cada jornada para conseguir el meticuloso ritmo de montaje a que acostumbra, y el radical control creativo sobre cada aspecto de la producción, mantenido al 100% desde España, emparientan ambas experiencias mucho más de lo que parece a simple vista.