Las autoridades de la República Checa inician este lunes una nueva fase en la desescalada de las restricciones impuestas contra el coronavirus, incluyendo la apertura de cines y teatros con aforos de hasta 100 personas. De esta forma, se pretende guardar la preceptiva distancia de dos metros entre cada personas, y sin que los asistentes pudieran comprar ni consumir nada durante la proyección. También se abrien hoy terrazas de restaurantes, cafeterías y bares, además de peluquerías, salones de pedicura y masaje. Tras un parón que duró dos meses, tras decretarse el estado de emergencia el 11 de marzo, el emblemático cine praguense de Lucerna reabre sus puertas con una programación de cuatro películas. Las nuevas medidas de seguridad sanitarias hacen que apenas una quinta parte de las 450 butacas de la sala principal del cine puedan ser ocupadas, mientras que en la sala secundaria será menos de una tercera parte de las 50 hasta ahora disponibles.