La película mexicana Los últimos cristeros, de Matías Meyer, obtiene el Grand Prix Coup de Coeur del Festival Cinélatino de Toulouse (sur de Francia), que concede una mención especial para la chilena Sentados frente al fuego, de Alejandro Fernández Almendras. La coproducción mexicano-holandesa ganadora del premio más importante para largometrajes de este festival recibe una ayuda de 6.500 euros (unos 8.600 dólares) para la distribución de la cinta en Francia.
Calificado de «western metafísico», la película aborda un viaje interior de los protagonistas y el director, según los responsables del Festival de Cine de Toulouse, consiguió con ella «rendir cuentas de lo no dicho» sobre ese episodio de la historia mexicana. Nacido en 1979 en Perpiñán (sureste francés), Meyer es hijo del historiador Jean Meyer, creció en México y estudió cine en el Centro de Capacitación Cinematográfica de México.
Además de estos galardones, el Festival, que comenzó el pasado 23 de marzo, anuncia que el Premio del Público «La Dépêche du Midi» es para la coproducción de Chile, Argentina, Brasil y España Violeta se fue a los cielos, dirigida por el chileno Andrés Wood. Otros premios son para Historias que só existem quando lembradas, dirigida por la brasileña Julia Murat, que recibe el galardón CCAS; el Fipresci, que se concede a Sudoeste, del también brasileño Eduardo Nunes, y el premio Descubrimiento de la Crítica, a El último Elvis, del argentino Armando Bó.
Así mismo, el jurado de Cine en Construcción 21 decide otorgar el premio Cine en Construcción 21 a la película colombiana La Sirga, primer largometraje del director colombiano William Vega y una de las seis seleccionadas para esta edición de las ayudas al cine latinoamericano.Cine en Construcción 21 tendrá su continuación en el próximo mes de septiembre, con la designación del premio Cine en Construcción 22 en el Festival de Cine de San Sebastián.