Robert Guédiguian es reconocido con el Premio del Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián por su labor de cronista de los más desfavorecidos, que el realizador francés considera necesaria para seguir «creando conciencia» y que los trabajadores «luchen por sus derechos«. El cineasta, de padre armenio y madre alemana, ha establecido algunas diferencias con el movimiento obrero de hace unas décadas, pues opina que ahora se lucha también por otras cosas, por lo que entiende que es imprescindible «ir creando nuevos derechos«. Este «militante que hace cine«, como él mismo se ha definido, que rueda casi todos sus filmes películas en el barrio de L’Estaque de Marsella y casi siempre con los mismos actores, estrenará película el 1 de junio, un relato sobre «la hermandad» y en verano comenzará a rodar su nuevo trabajo, en este caso sobre el genocidio armenio. Guédiguian se suma ahora a la lista de galardonados, de la que forman parte, entre otros, José Luis Borau, Elías Querejeta, Icíar Bollain, Goran Paskaljevic y Kim Longinotto.