La soprano estadunidense Marni Nixon, que entre otras prestó su voz a Audrey Hepburn en My Fair Lady o a Deborah Kerr en El rey y yo, fallece a los 86 años debido a un cáncer de pulmón. Conocida como «la voz de Hollywood», Nixon comenzó cantando en coros ya de niña y, tras formarse como soprano, los estudios MGM la ficharon para que prestara su voz a actrices poco dotadas para la canción. Así fue como, además de a Hepburn y Kerr, dobló a Natalie Wood en West Side Story, a Margaret O’Brien en The Secret Garden o a los ángeles que escucha Ingrid Bergman en Juana de Arco. También aportó algunas notas agudas a las que Marilyn Monroe no llegaba cuando cantó Diamonds Are A Girl’s Best Friend en Los caballeros las prefieren rubias. Sin embargo, aunque Nixon no figuraba en los títulos de crédito, ya en 1964 la revista Time hacía alusión a su papel de voz fantasma de Hollywood calificándola de «the ghostess with the mostest«. Un año después, la soprano apareció en pantalla con un pequeño papel en Sonrisas y lágrimas.