El actor alemán Harry Krüger, nacido en Berlín aunque afincado en Estados Unidos, muere a los 93 años en Palm Springs, California, donde había establecido su residencia y donde transcurrió buena parte de su carrera como actor. Nacido en Berlín el 12 de abril de 1928, a Krüger se lo considera el primer «rostro alemán» que logró hacer carrera en Hollywood tras la Segunda Guerra Mundial. Había trabajado ya como joven actor bajo la Alemania nazi e incluso participó, con 15 años, en una película de la propaganda del régimen. Pero luego Krüger hizo campaña a lo largo de su vida contra el olvido de los crímenes de los nacionalsocialistas y contra el racismo. Alcanzó el reconocimiento internacional en Hollywood, principalmente a raíz de su papel protagonista en la película bélica The one that got away (1957). Entre 1945 y hasta finales de la década de los ochenta llegó a intervenir en unas 70 películas, muchas de ellas rodadas en Estados Unidos y junto a estrellas como Claudia Cardinale, Sean Connery, Yul Brynner, Charles Aznavour, Cathérine Deneuve y James Stewart. En su amplia filmografía destacan los títulos de El vuelo del Fénix (1965) y Un puente muy lejano (1977). Trabajó junto a John Wayne en Hatari (1962) y compaginó su actividad en el cine con producciones televisivas, además de como escritor y autor de novelas.