La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood celebra en el Dolby Theatre de Los Ángeles la undécima edición de los Premios de los Gobernadores, una ceremonia más pequeña, íntima y reservada que los Oscar y en la que la comunidad cinematográfica se vuelca para rendir homenaje a sus leyendas. En esta ocasión los galardonados con el Oscar honorífico son el cineasta David Lynch, la italiana Lina Wertmüller y el actor Wes Studi, quien se convierte en el primer nativo americano en la historia en llevarse una estatuilla de la Academia. Así mismo, la actriz Geena Davis recibe el premio Jean Hersholt, un galardón también honorífico que reconoce los esfuerzos humanitarios de gran personalidades del cine. Lynch se limita a decir «Gracias a todas las personas que me ayudaron durante el camino«. Por su parte, Geena Davis, homenajeada por su trabajo en el Geena Davis Institute on Gender in Media para lograr la paridad en cine y televisión, asegura que en su carrera ha sentido tanta pasión por la actuación como por «empoderar a las mujeres«. A sus 91 años, Wertmüller, declara que «Quiero dar las gracias por este Oscar, pero también me gustaría que se cambiara el nombre a uno femenino«, y propone como alternativa, que se llame «Anna«. Wes Studi, el inolvidable actor de ascendencia cherokee que deslumbró en películas como Bailando con lobos (1990) o El último de los mohicanos (1992), ofrece un sentido discurso que comienza con una gran reivindicación por ser el primer nativo americano en lograr un Oscar.