Víctor Erice afirma que no tiene «ninguna vocación elitista» ya que sus películas pueden entenderse por todo tipo de público, e indica que para él el cine es «más que una profesión, una forma de destino«. El cineasta hace estas declaraciones en Murcia, donde participa en un coloquio enmarcado en el cuarto Festival Internacional de Cine de Viaje y Creación Ibn Arabí (IBAFF) junto con el director catalán Jaime Rosales y el iraní Abbas Kiarostami. A juicio de Erice, en la actualidad «no importa la obra en sí, sino el acontecimiento social que proyecta», y en su opinión, el «dilema de fondo» se encuentra en que «el cine fue y ya no es el arte popular más grande del siglo XX«, que ha perdido «el sentido de la comunidad» y de la relación entre los cineastas, cuya «condición existencial actual es la soledad». Según Jaime Rosales entre los dos polos extremos del «cine-espectáculo» y el «cine-arte» puede establecerse un punto intermedio, el «cine-drama», películas que «desde la industria pueden encontrar libertad» para contar historias. Para Abbas Kiarostami tanto las producciones industriales como las independientes deben seguir sus respectivos caminos y darán sus frutos en el futuro ya que, «comparado con otras artes como la música, la pintura o la literatura, el cine es solo un joven de 100 años«. En ese sentido, asegura que «el cine está aún en fase experimental y no tiene maestros todavía, por lo que «no ha muerto» y no hay razón para «desesperarse».