El hombre que mató a Don Quijote, la película maldita de Terry Gilliam, clausurará de su 71º edición del Festival de Cine de Cannes fuera de concurso el 19 de mayo. El filme, que se rodó en parte en Fuerteventura el pasado 2017, en los municipios de La Oliva y Tuineje, y en el que participa la productora española Tornasol Films, presenta a Jonathan Pryce en el papel de Don Quijote de la Mancha y a Adam Driver como su fiel escudero Sancho Panza, pero su trama borda un trasunto metacinematográfico de los propios avatares de Gilliam en el rodaje. Gilliam comenzó a trabajar en una versión libre de la obra cumbre de Cervantes a finales de los 90, pero una sucesión de catastróficas desdichas se confabuló en su contra en el transcurso de los años, desde desacuerdos económicos a batallas legales, contratiempos con los sets y hasta una doble hernia discal de quien iba a ser su actor principal, el francés Jean Rochefort.