Billy Wilder rodó en 1969 una película bastante extraña en su filmografía titulada La vida privada de Sherlock Holmes, en la que el famoso detective, interpretado por Robert Stephens, y su inseparable doctor Watson parten hacia Escocia para investigar la desaparición del marido de una bella mujer, lo que les conduce a las inmediaciones de lago Ness. Ahora, 46 años después, científicos que inspeccionaban el fondo del lago Ness en Escocia han encontrado la figura de un monstruo de diez metros de longitud que se utilizó para el rodaje de dicha película. Los ingenieros de la empresa noruega Kongsberg Maritime detectaron el objeto a 180 metros de profundidad cuando guiaban un robot submarino a través de las profundas aguas del lago, cuyo fondo todavía no se ha cartografiado por completo debido a las dificultades que presenta el escarpado terreno. La figura de «Nessie», que se hundió en su primera salida al lago y nunca figuró en la cinta, fue construida por el maestro en efectos especiales Wally Veevers, quien también colaboró en las películas 2001: Una odisea en el espacio y Superman.