La directora general del ICAA, Susana de la Sierra, recomienda a los responsables de los Festivales de Cine que busquen «sinergias» con posibles patrocinadores privados, porque la financiación pública, con ser «necesaria«, no «ha de ser la única» ni será suficiente para que puedan sobrevivir. De la Sierra efectúa estas consideraciones durante un encuentro organizado por la Fundación Mapfre para analizar el futuro de los Festivales de Cine, junto al ex director del Festival de Gijón, José Luis Cienfuegos, el director del de San Sebastián, José Luis Rebordinos, y el del navarro Punto de vista, Josetxo Cerdán.
Rebordinos declara que «el de San Sebastián se ha salvado muchas veces por el público, pero (los festivales) envejecen«, a lo que Cienfuegos añade que también hay que recuperar a los «cinéfilos de cuarenta» y crear actividades paralelas que «retroalimenten» la ciudad que lo acoge, mientras Cerdá pide «el hueco» para el público de cine especializado. De la Sierra recalca que los Festivales pueden acogerse a algunos incentivos específicos de la ley de Mecenazgo, que «no tiene que ver con incentivos fiscales«.
Aunque el ICAA ha rebajado un 16 por ciento el presupuesto para festivales, ha mantenido las subvenciones directas de un millón de euros para el Festival de San Sebastián; 100.000 euros para el de Málaga y 60.000 para el de Huelva, pero De la Sierra ha recordado que «hay distintas escalas de gobierno» a las que recurrir.
Rebordinos, Cienfuegos y Cerdán, y más tarde otros directores de Festivales más pequeños que opinan desde el público, se quejan del daño que ha hecho al cine español la proliferación en 2001 y 2002 de Festivales sobrepresupuestados, sin calidad técnica ni motivo, salvo «que el concejal de turno se hiciera la foto con el famoso«. «Esa burbuja de festivales reventó el mercado«, comenta Cienfuegos, cuyo festival desapareció tras llegar al gobierno de Asturias Francisco Álvarez Cascos, que destituyó en pleno al equipo directivo del Certamen.