El caso judicial de Roman Polanski, el director de cine, productor, guionista y actor franco-polaco de origen judío, podría tener su punto y final dentro de poco. La idea ha salido de Samantha Geimer, la mujer a la que Polanski drogó y violó cuando ella tenía 13 años. George Gascón, fiscal de Los Ángeles, ha pedido a un tribunal de apelación que salgan a la luz los documentos que tienen que ver con la acusación criminal del cineasta polaco de 1977. Como informa The Hollywood Reporter, el mismo Roman ha pedido que se desclasifiquen los documentos, porque según él, en ellos hay declaraciones del fiscal Roger Gunson que revelan defectos de forma y malas prácticas por parte de Laurence Rittenband, el juez que instruyó el proceso.