El cineasta Albert Serra invita al público a reflexionar sobre el cambio cultural de las sociedades modernas, donde las máquinas tienen cada vez mayor importancia, con su obra Catalonia in Venice. Singularity que expone en la 56ª Bienal de Arte de Venecia. Se trata de un evento colateral que se puede ver en la ciudad de los canales de la mano del Institut Ramon Llull y que pretende despertar en los espectadores el deseo de analizar la pérdida de autonomía cedida a las máquinas y a los dispositivos modernos. Su trabajo, comisariado por Chus Martínez, se compone de una gran instalación audiovisual que se proyecta en cinco pantallas, cuatro de ellas de tres horas de duración y una un poco más corta. En Singularity aparecen varias historias que fundamentalmente describen dos industrias, la de la minería, concretamente «la de la búsqueda del oro en los años treinta» y la industria de la prostitución. Grabadas en Irlanda y en Lérida, con la ayuda de la Fundación Sorigué, estas narraciones van envolviendo al público en un mundo de diálogos, de sentimientos profundos y de relaciones intrincada y elocuentes. La exposición se completa con una publicación de 32 páginas editada conjuntamente por el Institut Ramon Llull y la revista Mousse, que será distribuida de forma gratuita.