DreamWorks sugiere a los responsables que controlan en China la censura en el cine y la cultura que relajen sus límites y no entren en los contenidos para poder fomentar el cine nacional y posicionarlo en el panorama internacional. El presidente de la productora estadounidense DreamWorks, Lew Coleman, sugiere a las autoridades chinas encargadas de regular los contenidos culturales que relajen las muchas limitaciones que imponen en el cine por el bien de la propia industria fílmica china, que necesita una mayor presencia internacional.
«Los sistemas regulatorios chinos deben ser más flexibles, porque los nuevos medios así lo requieren«, destaca Coleman en una intervención en el Foro de Desarrollo de China, una conferencia de empresarios y representantes de organizaciones internacionales patrocinada por el Gobierno chino.
El presidente de DreamWorks, firma que acaba de crear una rama en China para comenzar a producir películas para el gran mercado oriental, recuerda que, cuando la película de animación Kung Fu Panda triunfó en el gigante asiático, muchos fans del país se lamentaron de que China no hubiera sido capaz de crear una historia tan próxima a ellos y protagonizada por un símbolo nacional como el panda. «Esto nos movió a nosotros mismos a preguntarnos junto a las autoridades chinas por qué en China no podía hacerse un Kung Fu Panda y éstas se escudaron primero en la falta de tecnología, pero después les preguntamos si aceptarían una película en la que un panda prefiriera comer a practicar kung fu o cuyo padre fuera un pato, y confesaron que no«, relata Coleman.