El equipo formado por los cineastas Aitor Arregi, Jon Garaño y Jose Mari Goenaga retorna al Festival de Cine de San Sebastián con La trinchera infinita, película protagonizada por Antonio de la Torre y Belén Cuesta. Se trata de un complemento a la película presentada ayer y dirigida por Amenábar ya que arracan en los primeros días de la Guerra Civil española. En ese momento, la vida de un hombre recién casado está seriamente amenazada y con la ayuda de su mujer utilizará un agujero cavado en su propia casa como escondite provisional que se prolongará durante más de 30 años. Jose Mari Goenaga reconoce que la idea de realizar una película sobre los llamados «topos», proviene del documenta de 2012, 30 años de oscuridad, dirigido por Manuel H. Martín. También se proyecta La mu yu ga bei (Lhamo and Skalbe), cuarto largometraje del cineasta tibetano Sonthar Gyal sobre una pareja que no logran casarse porque descubren que él ya tiene un matrimonio registrado. El director, manifiesta en rueda de prensa que “esta película no es un cuento de amor perfecto, ya que muestra a una mujer con un sentimiento de culpa muy acusado esforzándose por encontrarse a sí misma. La diferencia entre el personaje de Lhamo y el de la ópera que ella interpreta radica en que mientras esta es una mujer que bajó a los infiernos y tuvo que esperar a que su marido acudiera a rescatarla, Lhamo es alguien que busca salvarse a sí misma”. La tercera película en competición es Das Vorspiel (The Audition), de Ina Weisse, sobre una maestra de violín, interpretada por Nina Hoss, obsesionada con una estudiante a la que termina prestando más atención que a su propia familia.