El Festival de Cine de San Sebastián rinde tributo a Víctor Erice con la entrega del Premio Donostia. El cineasta recoge el galardón en el mismo escenario donde recibió la Concha de Oro por su ópera prima, El espíritu de la colmena. Ana Torrent, su protagonista, es contundente en la presentación del premio a su mentor: “Víctor ha enlazado de tal manera vida y cine que resulta emocionante estar aquí pues es la manera de cerrar un círculo”. Recibido con una gran ovación del público Erice, emocionado, realiza una declaración de amor a Donostia, “donde crecí, en todos los sentidos, también como espectador de cine”, y también a un Festival “que he visto crecer y donde la primera película que vi, en ese gallinero, fue Las noches de Cabiria, de un tal Federico Fellini, a quien recuerdo en uno de los palcos con un smoking blanco”. En la rueda de prensa previa, el cineasta habla del poder sanador del cine: “Esa es una de las cualidades del arte, la capacidad para modificarnos por dentro, algo que te hace crecer en conocimiento. La capacidad sanadora del arte fue una reivindicación fundamental de uno de los más grandes artistas vascos, Jorge Oteiza. Él siempre decía ‘El arte tiene que morir para que el hombre viva’”. A continuación reflexiona y explica que “Del proyecto original de los hermanos Lumière lo único que pervive, y de manera residual, son las salas de cine. Los filmes hoy se producen, se distribuyen y se exhiben de otra manera, es lo que yo llamo audiovisual porque las películas reclaman como forma natural para su disfrute la sala de cine. Lo que ocurre es que las grandes corporaciones se han apoderado de las formas de exhibición cinematográfica. Los desarrollos tecnológicos nos han conducido a contemplar las películas en la privacidad doméstica y eso cambia totalmente nuestra experiencia como espectadores. Frente a eso yo reivindico y reclamo la experiencia pública”. En la sección oficial se proyecta la segunda película del realizador japonés Kei Chika-Ura, Great Absence, en la que un joven actor retoma el contacto con su padre tras la desaparición de su segunda mujer. También se entrega el VII Premio Fundación SGAE Dunia Ayaso a la directora Elena Martín Gimeno por su película Creatura.