Los grandes estudios de Hollywood han descubierto el potencial China y están actuando de forma inmediata. El apetecible, por inmenso, mercado chino de previsibles espectadores ya ha ofrecido la primera gran sorpresa este mes al conseguir que la versión 3D de Titanic lograra mayor recaudación en China que en el propio Estados Undios. Si hace unas semana se anunciaba que DreamWorks negociaba su implantación en el país, ahora es su gran rival, la otrora anticomunista Walt Disney, la que a través de su jefe ejecutivo, Robert Iger, mantiene una reunión con el futuro máximo líder chino, el actual vicepresidente Xi Jinping, quien agradece la contribución de la productora norteamericana «en el intercambio cultural entre China y Estados Unidos». Disney construye actualmente un parque de la franquicia en Shanghái, y ya avanza que la tercera entrega de Iron Man será una de las primeras coproducciones chino-estadounidense de alto presupuesto.