Podría ser la metáfora perfecta de lo difícil que está resultando a un país como Estados Unidos acabar con la pesadilla que sus propios políticos han contribuido a crear. «Ha sido muy difícil. La piedra era como mármol«, declara James Lambert Otis, el responable de destrozar a golpe de pico y martillo la estrella de Donald Trump, candidato republicano a la Casa Blanca, en el Paseo de la Fama de Hollywood. Palabras que litaralmente podría utilizar Hillary Clinton si gana las elecciones. En un vídeo difundido por el blog Deadline, especializado en la industria del entretenimiento, un hombre vestido con uniforme de trabajador de la construcción ha borrado a martillazos el nombre de Trump del pavimento. El autor de los hechos, que asegura llamarse James Lambert Otis, ha enviado supuestamente este vídeo al medio estadounidense. Éste afirma que su intención es recaudar dinero para defender a las mujeres que acusan a Trump de haberse sobrepasado sexualmente con ellas. Las autoridades han colocado una tienda de campaña sobre la estrella hasta que la Cámara de Comercio de Hollywood, entidad gestora del Paseo de la Fama, decida sobre su posible arreglo.