En el mismo taller doméstico en el que ofrece su particular parte del tiempo, David Lynch desempaqueta ante la cámara el Gran Premio Honorífico del Festival de Cine de Sitges, con el que se recompensa al director de cine. El vídeo, de poco más de un minuto, es el momento más brillante de la gala de clausura de la 53ª edición del festival. Un Lynch al parecer emocionado desea buenas noches, informa de que está a punto de hacer ese «unboxing» de ensueño y empieza a entusiasmarse conforme quita el papel de burbuja: «Parece que es una belleza«. Una vez con el Kong dorado en sus manos, añade: «Gracias, festival de Sitges, por este precioso galardón. Y gracias a Ángel Sala y a todos los que han hecho este premio posible«. En la gala de clausura se proyecta la película El hombre elefante, restaurada en 4K, de cuyo estreno se han cumplido 45 años.