El Festival de Cine de Sundance arranca una edición reducida y virtual que se celebrará hasta el próximo día 3 de febrero para reunir a lo mejor del talento «indie» y emergente de la gran pantalla con una especial atención al cine latino, presente en casi todas las categorías competitivas. La crisis del coronavirus impedirá esta vez que la industria cinematográfica desembarque en el gélido Utah, aunque el festival ha organizado pases en autocines y en pequeñas salas por todo el país para que no se pierdan del todo las proyecciones. «Las películas son las que hacen, por supuesto, que Sundance sea Sundance«, asegura la directora del festival Tabitha Jackson, en un comunicado. Mas de doscientas películas se presentarán en esta edición que conformarán las secciones competitivas, en especial las tres secciones de ficción –U.S. Dramatic, World Cinema y NEXT— y su apartado de premieres. Con menos días de lo habitual Sundance se ha volcado en trasladar a la red su pasión por el cine indie y toda su programación se podrá disfrutar en internet. La jornada inaugural de Sundance tiene en la no ficción a dos de sus principales apuestas: el documental musical Summer Of Soul (Or, When The Revolution Could Not Be Televised), de Questlove, y el título sobre la pandemia en China y Estados Unidos In the Same Breath, de Nanfu Wang. Otras películas que protagonizan el primer día son CODA, la nueva producción del guionista y director Sian Heder; y One for the Road, de Baz Poonpiriya. En la sección de dramas estadounidenses figura John and the Hole, del español Pascual Sisto.