Los estudios cinematográficos italianos de Cinecittà repasan setenta años de historia del cine con una muestra permanente, titulada «Girando a Cinecittà» (Rodando en Cinecittà), que repasa siete décadas de cine, comprendidas entre 1937 y los años 90 a través de los géneros más significativos que han marcado «el imaginario colectivo del país«. El director general de Cinecittà, Giuseppe Basso, asegura durante la presentación estar orgulloso de unos estudios que continúan vivos y mantienen el objetivo de «hacer un gran cine» y «ofrecer escenarios a grandes producciones internacionales«. La «Hollywood del Tíber», que se extiende a lo largo de la calle Tuscolana, en la periferia de Roma, fue inaugurada el 28 de abril de 1937 por el dictador fascista italiano Benito Mussolini. La idea de «construir la ciudad más grande del cine en Europa» fue de Luigi Freddi, el jefe de la Dirección General para la Cinematografía de la época. Aunque no brilla con la fuerza de los años 50, Cinecittà presume de hospedar los estudios más grandes de Europa, con 40 hectáreas de dimensión, 65 edificios, 22 platós, 300 camerinos y oficinas, 21 salas de maquillaje y una piscina de 7.000 metros cuadrados, ideal para las escenas en alta mar.